El Athletic Club es un conjunto en el que su cantera es uno de sus principales pilares. El cuadro de San Mamés es una entidad caracterizada por su poca flexibilidad a la hora de dejar marchar a sus grandes estrellas. Un ejemplo muy claro es el de Nico Williams, quien sonó durante todo el verano para fichar por el FC Barcelona. A pesar de la insistencia de los culés, la lealtad y fidelidad del jugador a los ‘leones’ ha pesado más que la tentación culé. Una de las últimas llegadas al primer equipo es la de Álex Padilla, quien ha tomado el difícil reto de intentar cubrir estos meses el hueco dejado por Unai Simón, quien se sigue recuperando de su intervención en la muñeca.
Internacional con México en las categorías inferiores, su trabajo desde la cantera ha sido notable y eso le ha permitido defender en varias ocasiones la meta de la primera plantilla. A pesar de que la competencia que tiene por delante es feroz, Álex Padilla no se deja intimidar. Sabe lo que quiere, y su principal objetivo es, algún día, ser indiscutible en la entidad de Ibaigane.
En una entrevista concedida a Relevo, Álex Padilla, que ha sufrido recientemente una entorsis en su rodilla derecha, se ha sincerado sobre este momento. “Fue una cosa muy mínima al final, un susto, y volví más por precaución que por otra cosa. Ahora ya llevo, desde que llegué, prácticamente todos los entrenamientos al 100%. Por suerte estoy muy bien, muy bien”.
Otro de los asuntos que ha repasado es el cambio tan radical que ha sufrido en los últimos meses. No es nada sencillo pasar de defender la meta del filial del Athletic a hacerlo, no solo en el primer equipo, sino también en la selección mexicana. ¿Cómo lo vive él? “Pues la verdad que con mucha naturalidad, al final, en el momento que entiendes que en México se viven así las cosas, pues no te queda otra. Cada uno se tiene que centrar en lo que está en sus manos y todo lo demás intentar dejarlo a un lado. Si te soy sincero, en redes sociales no tengo ningún tipo de acercamiento a nada que pueda leer sobre mí”.
“Aparte de todos los nervios y de todo lo que puede pensar una persona que no está viviendo esto, somos personas y tenemos nuestras vidas. Yo tengo mi psicólogo, trabajo mucho con él y, volviendo a lo mismo, la base es la que te mantiene fuerte cuando las cosas se tambalean un poco o cuando te entran esos nervios. Puse por encima de todo el hecho de que iba a jugar en San Mamés, me decía a mí mismo que tenía que intentar disfrutar, ser yo. Si salen las cosas bien, perfecto, y si no, no pasa nada”.
“Hasta llegar a San Mamés todo fue bien. Hasta me eché una siesta de dos horas, estaba tranquilo porque yo ya sé lo que siento en cada momento. Pero cuando salí a calentar... ya empieza la hora de la verdad. Y sí que me acuerdo que luego, cuando llegué a casa, les conté a mis padres y a mi novia que cuando estaba calentando a la hora de golpear el balón no sentía que estaba conectado con los pies. Pero fue cosa de meterme en el papel y para adelante”.
A pesar del gran choque que completó ante los de Míchel, el meta comentó que no había salido satisfecho, ya que considera que debía haber detenido el penalti. Sobre ello, también ha hablado. “Intento aprender en todo momento y nunca me conformo. Y eso es lo que al final nos hace crecer en la vida como personas. Un portero al final cuando le meten un gol en el que la toca, con el calentón del partido... Se junta un poco todo y te quedas con ese regustillo de: 'Hostia y si... Y si...'”.
“Soy consciente de que pude ayudar al equipo hasta el momento que nos meten el penalti, pero me quedo con ese sabor agridulce. Tengo claro que el equipo está por encima de cualquier actuación individual que pueda tener”, considera un Padilla que se ha deshecho en elogios hacia Unai Simón y Julen Agirrezabala, los dos metas titulares del Athletic.
“Pues si te soy sincero, básicamente lo que pienso es que soy un afortunado porque estoy con Unai, que es uno de los mejores porteros del mundo, y Julen más de lo mismo. No hay ningún sitio donde pueda aprender más que aquí. Encima con los cercanos que somos, pues mejor aún”.