El final de año del Alcalá fue 'movidito'. A la dimisión de David Campaña como entrenador se le unió un rumor que circuló acerca de una posible desaparición del club ante la difícil situación institucional, aunque la entidad, en reunión con el vestuario, descartó tal posibilidad. Y, en cuanto al banquillo, el experimentado Federico Martínez Gámez tomó las riendas de Campaña, cuyo trabajo fue excelente. Sabedor de ello, y de la identificación del vestuario con el malagueño, el nuevo técnico no quiso tocar muchas teclas, aunque cada maestrillo tiene su librillo, y Martínez Gámez ha cambiado algunos aspectos del equipo. Después de las dos primeras derrotas (3-1 ante la U.P. Viso y La Palma, pero en el primero ni llegó a sentarse), el Alcalá, ya con su nuevo entrenador, suma ahora tres victorias y un empate. Además de resultados, al Alcalá le sigue acompañando el buen juego, aunque Martínez Gámez le ha dado su sello. El sistema ha pasado de un 1-3-4-2-1 a un 1-4-2-3-1, con una mayor participación del juvenil David Díaz. Y ha matizado el juego de posesión; lo mantiene, pero ahora se busca la meta rival más rápido, en menos toques, replegándose rápido en las transiciones defensivas.