Sin lugar a dudas, Marko
Dmitrovic (28) y
Rui Silva (26) son dos de los grandes atractivos del
mercado de porteros, tanto por su gran nivel en LaLiga estos últimos años como por su condición de agentes libres a partir del 1 de julio, lo que les permite
negociar con quien quieran desde principios de este mes con luz y taquígrafos.
Media Europa se lpos rifa, aunque ambos priorizan seguir en LaLiga, por lo que
Real Betis y Sevilla FC preguntaron por ambos, como Valencia, Villarreal, Atlético de Madrid y Real Sociedad, entre otros, pues dejaron claro que no renovarían por
Eibar y Granada, respectivamente.
ESTADIO Deportivo
ya adelantó en Navidad que el serbio tenía
avanzado su fichaje por un equipo hispalense,
confirmando este lunes que se trata de los nervionenses, con los que ya existe un preacuerdo. Por su parte, hubo igualmente primicia al referirse al color verdiblanco del
futuro del portugués,
atado por Cordón, añadiendo Canal Sur Radio días después que se había producido el acuerdo económico y, más recientemente,
la rúbrica del contrato. Con todo, una serie de
movimientos posteriores a esa entente entre los heliopolitanos y los agentes del aún cancerbero del Granada dejan entrever que algo
raro pasa con esa contratación.
En lo que va de 2021, las
versiones sobre el futuro del de Maia han sido varias y
contrapuestas. La realidad es que todos tienen parte de razón, pero omiten un trozo importante de la historia, lo que convierte sus argumentaciones en
medias verdades. Porque el Betis tiene razones para pensar que Rui Silva será de su propiedad desde la
21/22 a la 24/25, pues todo quedó hace tiempo plasmado en negro sobre blanco, pero la filtración de que, si desea romper el acuerdo, existen ya unas cantidades pactadas como
compensación huele a chamusquina.
En la planta noble del Benito Villamarín tienen la
sospecha, más bien la certeza, de que el luso sigue escuchando
ofertas y que, pese a su deseo inicial de sacrificar una ficha mayor en un destino donde no tenga asegurada la
titularidad a cambio de garantizarse un proyecto en crecimiento que liderar, se decantará por el
mejor postor. De hecho, varios
intermediarios ajenos a su agencia oficial de representación, '
Team of Future', lo mueven actualmente en España y el extranjero. Desde su entorno mantienen que no se ha comprometido todavía con nadie y que
Atlético de Madrid y la Serie A pujan con fuerza.
Fuentes cercanas a las negociaciones defienden que el
Everton, que paga más que nadie, lo acabará convenciendo, aunque tenga que indemnizar un acuerdo que existe con el Betis (deben tener eso claro), dependiendo a quién se le pregunte, desde antes, incluso, del aterrizaje de
Antonio Cordón en la dirección general deportiva de los verdiblancos. El extremeño se habría encargado de rematar bajo palos la jugada, valga el juego de palabras, utilizando su influencia y su amistad con Rui Silva para terminar de persuadirle para firmar el
precontrato.
El futuro del portugués es un emigma.
Egoístamente, hizo bien en asegurarse su futuro en Heliópolis, donde se reunirán cuatro guardametas el 1 de julio, con la rampa de salida esperando entonces a Joel y a
Dani Martín (como cedido, tras los amagos infructuosos estas dos últimas ventanas por lesión). No hacerlo
público, pese a que la ley asiste a los protagonistas, es obvio, pues guarda cariño y agradecimiento hacia el
Granada, que le ha llevado hasta la elite y no quiere salir de mala manera. De hecho, pudo hacerlo por
7+3 kilos en verano, pero rechazó al Villarreal, remitiéndose igualmente los nazaríes a su
cláusula (de 15 kilos).
Ahora, se irá a
coste cero al sitio que elija. Si se lesiona de aquí a verano, tiene las espaldas cubiertas en verdiblanco. Si alguien mejora (ya le doblan el sueldo prometido aquí) la propuesta, echará cuentas por si le compensa pagar la cláusula escapatoria del precontrato con el Betis para ganar mucho más en el
Wanda, en
Anoeta o en
Goodison Park. Todas las partes tienen la verdad, en parte, de su lado. Pero el aficionado, especialmente el heliopolitano, merece conocer los pormenores de una negociación con
altibajos e incertidumbre, habitual cuando hay tanta competencia y las
palabras no son siempre firmes e inamovibles. Hubo triunfo con
Canales, Joel, Inui o Pau López, pero también se cayeron otros fichajes apalabrados con antelación.