En los días previos y posteriores a la esperada celebración de los Reyes Magos, una intensa bajada de temperaturas se avecina en dos fases, según las previsiones meteorológicas. Estos cambios bruscos en el clima estarán marcados por la llegada de un frente muy activo, acompañado de una masa de aire polar marítima y, posteriormente, por la entrada de una masa de aire frío ártica.
Este jueves y viernes, un frente muy activo se desplazará por la Península y Baleares, acompañado de una masa de aire polar marítima. Este fenómeno, que no proviene directamente del Polo sino de latitudes más altas, estará cargado de humedad, lo que resultará en lluvias, nevadas y un fuerte descenso térmico.
Durante el fin de semana, se espera una nueva y acusada caída en los termómetros, especialmente en las regiones del norte, debido a la entrada de otra masa de aire frío ártica, que en este caso proviene directamente del Polo. Aunque aún no se pronuncia oficialmente sobre la posibilidad de una ola de frío, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no descarta la posibilidad, ya que los umbrales de extensión, duración e intensidad necesarios no están claros.
Aunque se espera un episodio frío duradero y extenso, no se consideraría aún como una ola de frío. Los expertos señalan que la intensidad está en el límite y que la situación ha cambiado respecto a las previsiones iniciales. Se prevé una erupción de aire frío marítimo con precipitaciones y otra de aire frío continental más seco que dejará nevadas, especialmente en el tercio norte.
Para el miércoles 3 de enero, se espera la continuación de un frente frío que traerá lluvias en el interior peninsular, con ascensos de las mínimas y heladas perdiendo extensión. Desde el jueves 4 hasta el domingo 11, se pronostica otra erupción de aire frío que afectará al tercio norte de la península, con nevadas y sensación térmica muy fría debido al viento.
En resumen, el inicio del año 2024 se caracterizará por cambios bruscos en el clima, con frentes activos, masas de aire polar y ártica que traerán lluvias, nevadas y un descenso térmico significativo. Aunque no se confirma una ola de frío como tal, se espera un episodio frío duradero y extenso que marcará el comienzo de este nuevo año.