Esta semana, concretamente el 3 de abril, arrancó la Declaración de la Renta de 2023, la cual siempre tiene dos tipos de personas, a las que le sale a pagar y a quien le sale a devolver. Los del segundo tipo tienen un motivo de alegría y seguro que muchos de ellos deciden hacer la declaración cuanto antes para recibir lo más pronto posible su dinero. Si por el contrario eres del primer grupo, debes de ser consciente que no saldar tu deuda con Hacienda puede tener graves consecuencias.
Como ya hemos contado anteriormente, son varias las modificaciones que Hacienda ha introducido para la Declaración de este año. Entre las novedades más destacadas está la subida de la cantidad exenta, que ahora es de 15.000 euros brutos anuales con un único pagador, o 22.000 euros con dos o más pagadores. También este año se ha instaurado un nuevo sistema de identificación digital para presentar la Declaración, aunque para poder usarlo hay que tener Cl@ave o Certificado Digital.
Si la Declaración te sale a devolver no hay ningún problema, se mete el número de cuenta y el ingreso te llegará como si de una 'paga extra' se tratase, aunque no sabes exactamente cuando será. Si no has sido tan afortunado hay que pagar, y la Agencia Tributaria no tiene paciencia para recibir su dinero. Si no pagas rápido empezará a cobrarte recargos y, en los peores casos, podría llegar a embargarte bienes como el coche e incluso la nómina. Pero si te ha tocado pagar y no tienes dinero suficiente o no te viene bien, sí que hay formas de financiación.
Si no se termina pagando la deuda, Hacienda puede embargar tu vivienda, vehículo o cualquier patrimonio personal hasta pagar la cantidad adeudada más los intereses y recargos correspondientes.
La Agencia Tributaria obliga a las entidades bancarias a facilitar los datos financieros de sus clientes, sobre todo para prevenir el fraude fiscal. Con estos datos es como se calcula los impuestos a pagar, pero también hay ciertos movimientos bancarios que están muy vigilados por Hacienda: