En el polígono industrial Store, en el distrito Norte de Sevilla, se ha desatado una controversia en torno a las actividades del Centro Social Okupado Autogestionado (CSOA) Malatesta, que ha convertido unas naves municipales en su sede permanente desde hace casi un año. Lo que empezó como una ocupación ha generado un debate sobre la legalidad y la acción del gobierno municipal.
En estas naves, Malatesta ofrece talleres y charlas sobre diversas temáticas, desde asesoría legal hasta técnicas de cerrajería. Las actividades promovidas incluyen información sobre los tipos de inmuebles susceptibles de apropiación y claves para responder en caso de intento de desalojo. Bajo el lema "Okupa tú también", el centro ha organizado jornadas para difundir su mensaje y capacitar a aquellos interesados en la okupación.
El gobierno municipal ha respondido solicitando el desalojo de estas naves ocupadas, argumentando preocupaciones sobre las actividades realizadas por los activistas de Malatesta en estas "oficinas de okupación". La situación ha llamado la atención de algunos políticos, como la diputada de Vox Reyes Romero, quien ha reproducido carteles del evento en sus redes sociales y ha llevado el asunto al Congreso de los Diputados.
Durante las jornadas organizadas por Malatesta, se llevan a cabo actividades variadas, desde charlas sobre cuestiones legales relacionadas con la okupación hasta talleres prácticos como electricidad y cerrajería. Además, se ofrece comida vegana y se promueve un espacio de encuentro y debate para los participantes. La "oficina de okupación" está abierta al público los jueves de 18:00 a 20:00 horas para brindar atención y asesoramiento.
Las naves ocupadas se encuentran en el polígono Store, adscritas al Inventario del Patrimonio Municipal del Suelo. Aunque se utilizan como almacén para el Servicio de Estadística, una de ellas ha sido apropiada por Malatesta para llevar a cabo sus actividades. Esto ha generado preocupaciones sobre el uso adecuado de los recursos municipales y la seguridad en la zona.
El caso de las naves ocupadas en la capital andaluza ha puesto de manifiesto un debate más amplio sobre la okupación y el papel de los gobiernos locales en su abordaje. Mientras algunos políticos exigen una acción más contundente para erradicar estas prácticas, otros abogan por un enfoque más dialogante y orientado a la resolución de conflictos. El futuro de estas naves y de las actividades de Malatesta sigue siendo objeto de controversia y atención pública.