A medida que se aproxima la fecha límite del 1 de enero, la cual marca la expiración del Código de Buenas Prácticas aprobado por el Gobierno, se hace imperativo evaluar la conveniencia de cambiar de hipoteca variable a fija sin incurrir en costos adicionales, una oportunidad que pronto dejará de ser gratuita.
Las hipotecas a tipo variable, vinculadas a la fluctuación del euríbor, han sido una opción popular en España. Durante el período excepcional de 2016 a 2022, el euríbor se mantuvo en terreno negativo, permitiendo a las familias beneficiarse de cuotas hipotecarias mínimas. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en octubre pasado, cuando el euríbor cerró con una media del 4,16%. Esta abrupta subida de los tipos de interés ha generado preocupación entre los titulares de hipotecas variables, ya que ahora enfrentan la posibilidad de costos adicionales considerables.
Ante este escenario, el Gobierno implementó el Código de Buenas Prácticas, que facilita el cambio de hipotecas de tipo variable a fijo, donde las tasas permanecen inalteradas, brindando estabilidad financiera. Actualmente, el 73% de las nuevas hipotecas en España son de tipo fijo, evidenciando una clara preferencia de los solicitantes.
Este cambio de variable a fija puede realizarse dentro de la misma entidad bancaria (novación) o considerando la opción de pasar la hipoteca a otro banco (subrogación). No obstante, es crucial tener en cuenta que esta transición sin costos adicionales estará vigente solo hasta el 31 de diciembre. A partir del 1 de enero, mejorar las condiciones de financiación mediante la subrogación podría conllevar costos significativos, estimados entre 2.500 y 5.000 euros, dependiendo del monto del préstamo.
Al evaluar los beneficios de cambiar a una hipoteca fija, se revelan considerables ventajas financieras. Tomemos como ejemplo una hipoteca de 150.000 euros contratada en 2017 a 30 años con un diferencial del 0,99% sobre el euríbor. En la actualidad, con el euríbor al 4%, la cuota mensual se incrementaría considerablemente. En contraste, una hipoteca fija del 3% podría resultar en ahorros sustanciales a lo largo del tiempo.
La expiración del Código de Buenas Prácticas subraya la importancia de evaluar cuidadosamente las opciones y tomar decisiones informadas antes de que cambien las condiciones favorables que permiten este cambio sin costos adicionales.