Dani Alves está en prisión provisional desde el 20 de enero y desde entonces su defensa ha pedido en varias ocasiones que salga en libertad, algo que tanto la instructora como la Audiencia de Barcelona han desestimado.
En la última ocasión que el tribunal rechazó dejarlo en libertad provisional, los jueces afirmaron que los indicios que tenían para mantenerlo en prisión se mantenían, y que las nuevas pruebas que había recabado la investigación «no solo los desvirtúan, sino que los confirman», y este sentido hicieron referencia al informe sobre las huellas en el lavabo donde se denunció la agresión, que no coinciden con la postura que Alves explicó en su declaración.
El futbolista ha alegado este miércoles ante la jueza que no está conforme con su procesamiento por la presunta violación de una joven en la discoteca Sutton de Barcelona, pero no lo recurrirá porque quiere "agilizar" el proceso y llegar cuando antes a juicio.
Alves ha comparecido hoy durante cerca de un cuarto de hora ante la titular el juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, que le ha comunicado su procesamiento por un delito de agresión sexual con acceso carnal y le ha dado la oportunidad de declarar por última vez, antes de enviar el caso a juicio.
Según fuentes jurídicas, el internacional brasileño, que ha sido trasladado a los juzgados desde la cárcel Brians 2, donde permanece desde el pasado mes de enero, se ha ceñido a una breve manifestación para anunciar que no está "conforme" con los hechos que se le atribuyen en el auto de procesamiento, pero que no piensa recurrirlo porque tiene interés en llegar a juicio lo antes posible.