El Congreso de los Diputados aprobó, "por fin", la ley ELA, que servirá de "punta de lanza" a otras enfermedades parecidas, con el consenso de todos los grupos, que pidieron al Gobierno que le dedique una dotación suficiente y elabore en el plazo de un año un "buen" reglamento que concrete el conjunto de beneficiarios.
"Jornada histórica", "Día para la alegría" o "Justicia" fueron algunas de las expresiones utilizadas por los portavoces parlamentarios para celebrar la unanimidad en torno a una ley que todos quisieron agradecer a sus verdaderos responsables, las entidades formadas por familiares y pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
37 de ellos y de sus cuidadores, entre ellos el exfutbolista y exentrenador Juan Carlos Unzué o el senador socialista Juan Ramón Amores, que siguieron el pleno desde la tribuna sin poder contener la emoción, la Cámara Baja avaló este jueves el texto refundido de PP, PSOE, Sumar y Junts aprobado en la Comisión de Derechos Sociales con la previsión de que pase su último trámite en el Senado este mismo mes.
Por parte del PP intervino Alberto Núñez Feijóo, que dio las gracias a las entidades precursoras de esta ley. "Esta es vuestra casa: podéis seguir contando con nosotros", les aseguró.
Feijóo insistió en que la ley ELA, que llega con un retraso de casi tres años, es un "motivo de orgullo", pero de poco servirá si no se la dota anualmente con 250 millones de euros para la puesta en marcha de medidas como la agilización del reconocimiento de discapacidad y dependencia, la asistencia 24 horas en fases avanzadas o el mantenimiento de la base de cotización de los cuidadores que deben abandonar sus trabajos sin que afecte a su pensión futura.
Maribel García, del PSOE, también elogió a los pacientes por su "ejemplo de resiliencia y dignidad" y quiso trasladarles su más "profunda gratitud".
La diputada aprovechó su intervención para advertir que "nunca habrá avances en derechos sociales si no hay una democracia fuerte, y esta ley es un claro ejemplo" porque "fortalece nuestra sociedad y Estado del bienestar".
Pero para que haya avances sociales "es necesario pagar impuestos y que se cumpla la cogobernanza" con las comunidades, que son las que ahora tienen las competencias para desarrollar las medidas. "Es necesario que todos arrimemos el hombro y dejemos de poner palos en las ruedas", indicó.
Algo en lo que coincidió con Rafa Cofiño, de Sumar, que afirmó que las comunidades tienen que trabajar "aún más fuerte" todavía para cumplir la ley. El diputado apeló a la necesidad de que el reglamento que ahora debe elaborar el Gobierno para especificar las demás enfermedades llegue "rápido".
"Esta ley hace justicia y es solidaria: la ley ELA ha cruzado un puente que ahora podrán cruzar quienes sufren enfermedades de alta complejidad", celebró la representante de Junts, Pilar Calvo.
En cuanto se publique en el BOE, algo que se espera que pase este mismo mes, la norma ya beneficiará a los enfermos de ELA y se pondrá "en marcha una cuenta atrás para que el Gobierno establezca un reglamento" para definir otras afecciones de alta complejidad como Duchennes, Huntington, Alzheimer o párkinson.
Por parte de Vox, Rocío de Meer comentó a los enfermos que lo único que importa ahora no es que la ley llegue al BOE sino a sus casas. "Espero que todo esto no sea una careta ni una moda", avisó.