Dani Alves lleva más de un año en prisión, estando ya a punto de sentarse en el banquillo de los acusados en Barcelona por un cargo de violación sobre unos hechos que acontecieron en una discoteca catalana durante la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. El juicio tendrá lugar en unos días, afrontando el futbolista brasileño una nueva estrategia para tratar salir de prisión. Según fuentes de El Periódico van enfocadas a la cantidad de alcohol ingerida en la citada noche.
La defensa de Dani Alves ha decidido el número de consumiciones que tomó el futbolista como argumento a plantear sobre la noche de autos. Es decir, argumentar que no era consciente de lo que aconteció en Sutton, la discoteca en la que se produjeron los hechos. Junto a eso, la abogada del futbolista brasileño, Inés Guardiola, también llamará a Joana Sanz como testigo.
Según informaciones publicadas por El Periódico, la expareja de Dani Alves comparecerá ante la jueza para tratar sobre unas llamadas que el brasileño le habría hecho aquella noche, mientras se encontraba borracho en el mencionado establecimiento nocturno. De esta manera, la intención que se busca no es otra que la de fortalecer la estrategia de la defensa y respaldar el último cambio en la versión de Dani Alves, el cual supone ya el quinto en apenas unos meses.
La estrategia seguida por la defensa del futbolista se centra en demostrar principalmente que Dani Alves no tenía conocimiento de la presunta violación en los baños de la discoteca Sutton. Para respaldar esta teoría, el medio mencionado asegura que los abogados presentarán una serie de tickets de las consumisiciones allí tomadas que confirmarán la cantidad de alcohol ingerida por el brasileño. El objetivo de este movimiento no es otro que intentar rebajar la posible condena. Mientras la Fiscalía solicita nueve años de prisión y la acusación particular pide 12, la defensa busca la jueza Concepción Cantón Martín considere la posibilidad de disminuir el número de años al brasileño.
Este cambio en la versión de Dani Alves constituye, como ya se mencionó anteriormente, el quinto testimonio en su declaración, pasando de afirmar que no conocía a la víctima a reconocer que mantuvieron relaciones sexuales consentidas. El último giro, en cambio, se orienta más hacia admitir los hechos y la búsqueda de un atenuante que pueda resultar en una sentencia más baja para el acusado.