El fin de semana pasado, concretamente el domingo 9 de junio, Joana Sanz festejó en Barcelona su 32 cumpleaños, una celebración a la que no faltó su marido, el exfutbolista Dani Alves. El brasileño, que se encuentra en libertad provisional tras ser condenando por agredir sexualmente a una joven en una discoteca de la ciudad condal, continúa feliz en su matrimonio y estaría a punto de dar un paso muy importante en su vida.
Lo sorprendente de la aparición de Alves en el cumpleaños de Joana Sanz fue cómo llegó a la vivienda. El brasileño acudió en coche, aunque no conducía él, lo hacía su amigo íntimo Bruno. Ambos pasaron antes por varias tiendas y Alves llevaba consigo un ramo de flores, pero lo destacable fue verle cojeando y en muletas.
Después de varias idas y venidas de la pareja durante el tiempo en la cárcel de Alves, la modelo finalmente se reconcilió con el ex del Barcelona, PSG o Sevilla, entre otros equipos, pasando también algunos problemas en las redes sociales, donde ha tenido que cerrar sus perfiles en más de una ocasión. Finalmente, durante su cumpleaños, Sanz volvió a publicar una foto de su marido, en este caso junto al resto de acompañantes a su fiesta de cumpleaños.
La pareja parece atravesar un buen momento, aunque ambos están buscando estabilidad. Según El Día, medio tinerfeño, Alves y Sanz están buscando casa en Tenerife, de donde es natural la modelo y donde querrían rehacer su vida. El brasileño y la española estarían buscando piso en la zona del centro de la capital, en Santa Cruz de Tenerife, siendo visto Dani Alves en la zona de Tome Cano.
Hay que recordar que Dani Alves debe acudir todos los viernes a la Audiencia de Barcelona para firmar ante el juez, algo que no sería un impedimento para mudarse a la isla canaria, puesto que podría volar a la ciudad condal para firmar y volver luego. El brasileño pasó 430 días en la cárcel, habiendo sido condenado por un delito de agresión sexual a una joven cometido la noche del 31 de diciembre de 2022. Alves fue sentenciado a cuatro años y seis meses de prisión, aunque se le concedió la libertad provisional tras pagar una fianza de un millón de euros.
La justicia retiró a Alves sus dos pasaportes, tanto el español como el brasileño, lo que le impide salir del país, pero no habría problema alguno en que se mudase a Tenerife, siempre y cuando cumpla con su deber de personarse ante la justicia una vez a la semana.