Ver a Yassine Bono recoger un balón de su portería ya es raro. No en vano, ha terminado imbatido en 13 de sus 26 jornadas en LaLiga y es el menos goleado de la categoría con 19 dianas, una menos que Oblak (en cuatro partidos menos, eso sí). Si inusual es que el portero del Sevilla FC encaje un tanto, más extraño aún es verle recibir tres en el mismo encuentro. De hecho, en sus 56 citas al frente del arco nervionense sólo le sucedió en Champions ante el Borussia de Haaland (2-3) y el pasado lunes en Balaídos.
Los tres goles, además, llegaron antes del descanso de un choque que el Sevilla FC finalmente logró remontar con dianas del Papu y Rakitic (tras las de Koundé y Fernando en el primer tiempo). El doblete de Aspas y el tanto de Brais Méndez, eso sí, dificultan a Bono su objetivo de conquistar el Trofeo Zamora, que distingue al portero menos goleado de Primera división y que le convertiría en el primer sevillista de la historia en lograrlo.
Los resultados de la jornada 30 en LaLiga -a falta de sólo ocho para el final- deja casi un cuádruple empate en la cabeza de