Fátima Gálvez y la salud mental: “El principal enemigo que tenemos, somos nosotros mismos”

En una profunda conversación con ESTADIO Deportivo, Fátima Gálvez desvela la importancia del factor psicológico en su carrera

Iván DíazIván Díaz 4 min lectura

Fátima Gálvez está ya clasificada para los Juegos Olímpicos de París 2024. En este sentido, la cordobesa disputará las cuartas olimpiadas de su carrera. Con una trayectoria plagada de éxitos, lo cierto es que no es todo tan fácil como ella nos hace ver. El tiro olímpico, como todos los deportes, requiere un trabajo físico, técnico y mental que hay que trabajar plenamente. De hecho, quizás es este último el que más dificultades acarrea tal y como nos ha hecho saber la tiradora de Baena en una entrevista con ESTADIO Deportivo.

Lo que empezó en una feria de pueblo en Espejo con 11 años ha ido transcurriendo con triunfos en Juegos Olímpicos, en la Copa del Mundo o el Campeonato de Europa. Sin duda, una larga lista de éxitos, donde Fátima ha llegado a sufrir de lo lindo. “Al final, en el deporte de alta competición, cuando nos encontramos en situaciones de máximo estrés tenemos que saber sobrellevar esa presión. Tenemos que aprender a superar la ansiedad que se genera cuando estamos disputando la final de un Mundial o de unos Juegos Olímpicos. O, incluso, cuando las cosas no van como uno quiere y llega una derrota que te hace muchísimo daño, la parte psicológica es crucial porque puede hacer que continúes más fuerte y que lo vuelvas a intentar”.

Un factor psicológico que cada vez es un tema menos tabú y del que, por suerte, los deportistas cada vez tienen menos miedo de hablar. “El principal enemigo que tenemos nosotros, en el tiro olímpico, somos nosotros mismos. Es por la forma que tenemos de tratarnos y de hablarnos. Eso hace que podamos conseguir unos objetivos. Puedo decir que llevo 25 años pegando tiros, en el mundo del tiro al plato, y en los últimos 6 años fue cuando descubrí la psicología deportiva y lo que me podía ayudar con esas herramientas, para poder levantarme y facilitarme el camino a la consecución de los éxitos deportivos”.

Y no todos han sido éxitos. Porque Fátima, como todos y cada uno de los deportistas, también se ha llegado algún duro golpe emocional durante su carrera. En concreto, habla del que más le afectó: “Yo creo que mi mayor fracaso, o por lo menos yo lo considero así porque claro, a toro pasado, no es un gran fracaso cuando ya te encuentras unos Juegos Olímpicos de Tokio. Pero te puedo decir que el mayor fracaso que yo viví o que experimenté, fue en Río, cuando en un shoot of perdí la medalla de bronce. Fue agridulce y muy duro de de sobrellevar, porque te dedicas 4 años preparándote para ese momento, en el cual podía conseguir la medalla perfectamente. Sin embargo, el factor suerte no se decantó por mí, sino en este caso por la americana. Entonces ese fue un golpe muy duro claro”.

Finalmente, otro aspecto a tener en cuenta en los resultados de los deportistas es la capacidad para saber sobreponerse a los problemas personales del día a día. Así lo manifiesta Fátima Gálvez: “Tienes que saber diferenciar muy bien cuando estás compitiendo de cuando estás con la familia. Pero es inevitable que cuando tienes un problema familiar, sea de salud o de cualquier otra índole, es inevitable que no dejes de pensar en ese problema. Entonces, le estás quitando concentración a lo que le debes de prestar más atención. Tienes que aprender a separarlo, pero es muy difícil”.