Iván Díaz5 min lectura“Mucho más que un sentimiento, que un escudo, una bandera” reza uno de los versos del himno de Rafael González Serna. Y uno que se aplica esta máxima en su día a día es Pablo Martínez, un deportista sevillano que compite en piragüismo en la modalidad de aguas tranquilas. El piragüista, que no solo compite sino que también campeona a nivel internacional incorpora los valores del beticismo al discurso con el que describe su filosofía de vida. Entre otras gestas, Pablo consiguió el primer diploma en unos Juegos Olímpicos de la historia de piragüismo para Andalucía con solo 23 años y ganó el oro en el Campeonato Mundial de Piragüismo de 2022. En una amplia charla con ESTADIO Deportivo, el palista sevillano dejó ver su amor por el Real Betis, quien durante este año le concedió una ayuda deportiva a través de su Fundación.
Tanto Tano García de la Borbolla, su compañero de barca, como él, salieron del Club Náutico de Sevilla. Un club que proyectó sus carreras a nivel profesional y que tiñó de verdiblanco sus corazones. Si bien, sus corazones bombean en verde por el club de las Trece Barras. Así lo confiesa Pablo: “Hasta el barco que tengo en Sevilla tiene los colores del Betis”.
El palista sevillano pertenece ahora al UCAM de Murcia, aunque su lugar de entrenamiento se encuentra en las Islas Baleares. Desde allí, Pablo admite el asombro que le produce la cantidad de béticos con los que se choca a diario: “El Betis transmite mucha alegría. Y en Mallorca hay mucho bético. Paseando por la calle con la camiseta del Betis, me encanta que otro bético me grite ‘Viva el Betis’. Además, también me pasa en algún bar que cuando alguien escucha el acento andaluz me pregunte si soy del Betis o del Sevilla. Es decir que soy del Betis y ya tengo un amigo nuevo”.
Para Pablo, el verdiblanco del Real Betis no es solo el sentimiento de pertenencia a un club, sino que va más allá. De hecho, el deportista reconoce que es extrapolable a su día a día. “Con el Betis aprendes a chocarte tras estos años tan malos y la esencia es el Manquepierda. Escuchas a tus amigos sevillistas reírse de ti y les dices que ya ganaremos. Ahora la situación está siendo buena y vuelves a disfrutar, y esto hay que aplicarlo a la vida. Si el resultado es bueno se disfruta y si es malo, pues al menos se ha intentado. No voy a abandonar al Betis porque haya perdido, como tampoco lo voy a hacer con mis estudios por un mal examen o con el piragüismo por una mala regata”, admite el piragüista que trabaja con el programa Regenera Élite.
En Milán o en Roma. Compitiendo o sin competir. Lo cierto es que Pablo Martínez se mostró siempre orgulloso de llevar el beticismo consigo, tanto dentro del Villamarín como fuera de él. Así lo enseña su perfil de Instagram. “El Betis es algo que se vive desde pequeño. Yo iba con mi padre al estadio. Siempre disfrutas con tus amigos de cualquier viaje, sea a Milán, a Huelva o a cualquier partido”.
Los primeros pasos de Pablo Martínez en el piragüismo fueron con 16 años. Tan solo un poco más tarde, con 23, logró el Oro en el Campeonato del Mundo Absoluto Halifax C2-500m. Nunca es tarde para disfrutar de un deporte y si no que se lo digan a uno de sus mayores referentes a nivel deportivo, Joaquín Sánchez. El de El Puerto de Santa María se retiró esta temporada del fútbol profesional a sus 42 años. “Yo soy muy bético y a mí me encanta Joaquín. Trabaja con alegría, cosa que no le resta seriedad o compromiso. Es una forma de ser capaz de soltar bromas o liberar tensiones cuando toca, teniendo luego esa capacidad de compromiso cuando toca o, incluso, llevar la batuta del equipo”.