"Lo llamo
la teoría de la lámpara y la mesa, aunque
Rafa Benítez creo que dijo el sofá y la lámpara. Lo importante es acertar al 100% en saber qué quiere exactamente el entrenador. Le preguntaron a Rafa: '¿Qué te parece el fichaje de Cannobio?'. Y él respondió: 'Es un jugador increíble, pero
yo he pedido un sofá y me han traído una lámpara'", recuerda Monchi en su última masterclass, para señalarse por el fracaso de
Marcelino García Toral en el Sevilla FC.
Como explica el director general deportivo nervionense, es fundamental tener bien trabajado el mercado en materia de scouting y
ver muy claros los perfiles que necesita el entrenador de turno para ponerle a su disposición los jugadores ideales
para que pueda ejecutar su idea de juego, cosa en lo que falló con el asturiano. Una teoría que sirve para explicar, paralelamente,
por qué a Munas Dabbur no le fue bien en Nervión.
Y es que el israelí,
como explica su agente en ED,
fue contratado en enero por Joaquín Caparrós y para un Pablo Machín cuyo sistema de
dos puntas (uno más referencia, otro más móvil)
se presumía ideal, por la capacidad del otrora atancante del Red Bull para asociarse o para aparecer por los espacios que genera el '9' en su pugna con los centrales.
"Yo también lo habría fichado", se apresuró a decir Monchi justo antes de presentar en Los Lebreros a
Dabbur, la lámpara de Lopetegui, y De Jong, su mesa. Y seguramente lo habría hecho, porque el actual delantero del Hoffenheim es un excelente futbolista, aunque, tras la experiencia con Marcelino,
seguro que nunca se lo habría traído al rígido técnico vasco, quien
prefirió meter a Dabbur en un cajón antes de probar si podía aportar algo de luz a un equipo por entonces muy oscuro en ataque. Pero desde ahí, obviamente, era complicado que Dabbur escuchase el despertador...
Si
En-Nesyri, fichado en enero, sí cumple con los requisitos demandados por Lopetegui lo dirá el tiempo, aunque con el marroquí y el holandés
da la sensación de que al Sevilla FC arriba le sigue faltando algo. Al menos, no da la sensación de ser
las patas una mesa que pueda aguantar el gran peso de la Champions.