"Hechos como los del
derbi sevillano, con las bengalas y demás, no ayudan. Encima, son los que más ganas tienen de ir al estadio... No ayudan. Hay que evitar las aglomeraciones y, por favor, que las eviten si queremos volver, porque, si no, no nos van a dejar a volver a los estadios. En Barcelona hubo otra también este fin de semana en el partido del Espanyol", refería hace poco Javier
Tebas, presidente de
LaLiga, en un acto con el consejero de Educación y Deporte de la
Junta de Andalucía, Javier
Imbroda, señalando a los de siempre e ignorando, por ejemplo, los incidentes con hinchas del
Atlético en el Wanda antes del derbi madrileño.
Tampoco ha salido, de momento, al paso el máximo responsable de la patronal de los clubes para condenar los incidentes en tierras vascas, especialmente en
Bilbao, antes, durante y después de la
final copera de 2020, celebrada el pasado sábado en
La Cartuja. Un nuevo agravio con la afición sevillana, que seguramente se excedió al acompañar, pese al consejo en sentido contrario de los clubes, a sus equipos en los hoteles de concentración en vísperas de El Gran Derbi del pasado 14 de marzo en el
Ramón Sánchez-Pizjuán.
No obstante, el
beticismo ha dado
ejemplo este fin de semana, respetando todos los procolos anti
Covid-19 y arropando a los suyos, con
distancia de seguridad y
mascarillas siempre. Ha sido con ocasión del
Elche-Betis, con la Peña Manquepierda de la ciudad alicantina, la número 502 de la Federación, que aprovechó la visita del club de sus amores a la ciudad para llenar los balcones de banderas. El mismo domingo, una delegación visitó el hotel de concentración para intercambiar presentes con Rafael
Gordillo, mito viviente de la entidad y responsable de Relaciones Institucionales, al tiempo que muchos aficionados se concentraron en las inmediaciones del Martínez Valero para animar al conjunto de
Pellegrini durante su llegada y su salida.
Puede ver las fotos de un fin de semana de beticismo en Elche en .