QUÉ PASÓ CON... ISIDORO

De Pedrera a Noruega sin olvidar nunca a 'su' Betis

De Pedrera a Noruega sin olvidar nunca a 'su' Betis
Isidoro, junto al exsevillista Lolo, en el IK Junkeren. - I. M.
Isabel MoralesIsabel Morales8 min lectura
Natural de Pedrera, Isidoro Gómez Torres, más conocido como Isidoro, se formó en las categorías inferiores del Betis, como tantos otros niños, pero él, con dedicación y esfuerzo, logró lo que sólo un pequeño grupo de elegidos puede, debutar con el primer equipo. Y no sólo eso, alcanzó Primera división, después de un gran año en Segunda de la mano de Pepe Mel. Después de aquel ascenso y su primer año en Primera, que jamás olvidará, el lateral derecho dejó el equipo y se marchó primero al Numancia, después al Elche y finalmente al Almería, desarrollando en Segunda la mayor parte de su carrera, aunque siempre con el Betis en el corazón. Entretanto, una breve aventura en Polonia que no duró mucho, pero que le sirvió de experiencia para lo que le vendría después.

Noruega se presentaba como una gran oportunidad para el canterano bético, que no lo dudó e hizo las maletas con su mujer y sus tres hijos. Allí no sólo ha apurado sus últimos años de carrera, sino que ha emprendido una nueva etapa en los despachos, donde ahora es el director deportivo del IK Junkeren, un club que ha depositado en él todas sus esperanzas para crecer e implantar un modelo más profesionalizado.


ESTADIO se ha puesto en contacto con el canterano bético para saber qué ha sido de él en todos estos años.


- ¿Cómo le va la vida?
- Bastante bien, la vida me sonríe porque sigo haciendo lo que más me gusta junto a los míos. Qué más se puede pedir...

- ¿Cómo está viviendo esta etapa que nos está tocando vivir a nivel mundial con el COVID-19?
- Aquí en Noruega nunca hemos llegado a estar confinados en casa, la mascarilla no es obligatoria pero el miedo, o más bien respeto, me imagino que se siente igual que en nuestro país.

- Está asentado allí en Noruega, pero antes de que nos detalle más, háblenos de sus últimos años. En 2017 hizo las maletas y emprendió esta nueva aventura, aunque no era la primera vez que se marchaba al extranjero, ¿cómo le fue?
- Ahora podría decir que bastante bien, pero al principio no pude decir lo mismo. Es una cultura de fútbol diferente a la que estamos acostumbrados en España.

- ¿Qué fue lo que más le chocó?
- Que tácticamente no trabajaban mucho, por lo que te puedes imaginar lo complicado que fue adaptarse a esta nueva mentalidad.

- Han sido años de aprendizaje en todos los sentidos, pero imaginamos que, a nivel personal, una experiencia impagable...
- Empezar mi nueva carrera en un idioma diferente era un reto mayor si cabe. Me ha enriquecido a todos los niveles.

- Eso de que anochezca a la hora de comer no debe llevarse muy bien acostumbrado a la luz y el sol de Andalucía, ¿no?
- En invierno tenemos casi 24 horas de noche. En verano, 24 horas de día. Inviernos de entre -3 a -14 grados. Nosotros somos de calorcito, imagínese, pero le doy un 10 a mi familia porque se ha adaptado bien y ha aprendido noruego e inglés en tiempo récord.

- Pero, llegó el momento de decidir qué hacer con su carrera y decidió poner en práctica su título de director deportivo que se sacó años atrás en España. Pero, ¿cómo surge la idea de dar el salto al otro lado, pasar del terreno de juego a los despachos?
- Conocí a gente dentro del club, les daba mi opinión y después de muchas conversaciones les presenté un proyecto de club. Al poco tiempo me preguntaron si creía que era posible llevar ese proyecto a cabo, y me permitieron ponerlo en práctica casi al cien por cien. El reto me ilusionó muchísimo.

- ¿Le costó colgar las botas?
- Muchisimo, pero fue una decisión bastante meditada porque en mi última temporada no jugué mucho y ya empecé a valorar la posibilidad que IK Junkeren me ofreció.

- Cuéntenos, ¿cómo es su día a día ahora? Porque intentar plasmar todas esas ideas que uno tiene en la cabeza no debe ser fácil en un país en el que al fútbol quizás le queden todavía por dar algunos pasos importantes…
- Me paso todo el día en la oficina porque soy director deportivo en un club con 23 equipos entre niños y niñas. Casi 60 entrenadores. También tengo entrenamientos dos días por semana con los niños de más nivel. Y, por si fuera poco, ayudo al entrenador del primer equipo.

- Tanto la directiva como los aficionados al club están valorando muy positivamente su trabajo, y se está rodeando de gente de confianza…
- Aceptaron mi proyecto desde un principio pero con el paso del tiempo, además, están creyendo en él, en mi propia metodología. He traído a Lolo (Manuel Jesús Ortiz Toribio) como entrenador del segundo equipo y a Tamara Carrillo de entrenadora en la academia de las niñas. Pronto cerraremos un acuerdo con otro club de noruego de primer nivel. Y estamos cerca de firmar un acuerdo de colaboración con la cantera de un club español.

- Con todo lo que me cuenta, ¿le quedan ganas de volver a España y desarrollar aquí su carrera, o cree que todavía le queda mucho trabajo por hacer allí?
- Este club esta creciendo conmigo y eso me motiva, pero todo lo que yo trabaje siempre será con idea de volver a España algún día.

- Y cambiando un poco de tema, ¿está siguiendo al Betis estos años? ¿Qué opinión le merece ahora que está al otro lado?
- Claro que lo sigo. Mi Betis ha crecido muchisimo desde que yo salí de allí, pero seguimos sin dar ese paso definitivo hacia delante como este gran club debe. Como aficionado, que es lo que soy ahora, y viéndolo desde tan lejos podría decir que deberíamos apoyar sin descanso cada proyecto porque el club somos nosotros, los aficionados. Cuando la temporada acabe, ya se valorará lo que se ha conseguido o no, pero durane el año hay que estar a muerte con el equipo. Cada achuchón de los aficionados ayuda.

- Imagino la respuesta, pero ¿le gustaría volver al Betis?
- Siempre.