Doblar puestos, especialmente en una defensa desguarnecida, fue la principal obsesión de
Antonio Cordón en el pasado mercado de fichajes. Para ello, llegaron a coste cero
Martín Montoya, Víctor Ruiz y Miranda, éste último cedido. También se cubrió la necesidad de potenciar la meta con otro agente libre como
Claudio Bravo. Pero las dificultades económicas derivadas de la pandemia
impidieron al nuevo director deportivo del Betis rematar una planificación que, a la vista está, se ha quedado coja en algunas posiciones.
La lesión de Canales ha destapado una carencia que ya se vislumbraba después de que Carles Aleñá hiciera las maletas y no llegase ningún otro futbolista en su posición. Realmente, la posibilidad de contratar a otro mediocentro creativo o mediapunta -un generador de fútbol en cualquier caso- siempre estuvo sobre la mesa. Pero entre
la escasez de recursos económicos y la confianza plena en Canales, se optó por no cubrir una necesidad que ahora se ha revelado crucial.
Desde que arribó a Heliópolis, el futbolista cántabro apenas se ha visto afectado por las lesiones. Pero la mala suerte se ha cebado con él y
podría estar hasta dos meses de baja por la rotura del bíceps femoral de su pierna izquierda que sufrió con España en el arranque del choque ante Alemania. Una ausencia que, unida a la de
Fekir, baja segura ante el Athletic y duda para recibir al Eibar, deja a
Pellegrini sin un jugador específico para actuar como enganche con la delantera, por delante de Guido como único pivote o bien acompañado por
Carvalho, que a su vez se puede descolgar y actuar más adelantado, de interior, que de hecho es donde más cómodo se encuentra, si bien el portugués es más un llegador y no tanto un creador.
A Pellegrini, por tanto, le toca improvisar.
La opción más factible es utilizar a Joaquín como mediapunta, aunque el chileno había devuelto al portuense, con bastante éxito, a
su hábitat natural, la banda diestra, donde puede desarrollar con más eficacia todas sus cualidades. Esta reordenación de piezas llevaría, a su vez, a dar entrada a
Ruibal o Lainez, que también puede actuar de mediapunta, como
Loren o Juanmi. Opciones, desde luego, existen, como apostar por el canterano
Rodri, quizás el más parecido de todos a Canales, si bien su inexperiencia en la elite juega en su contra.
Pero lo que ha dejado patente esta situación es que
no existe un relevo como tal para Canales y Fekir, dos futbolistas que siempre juegan de inicio y que, por tanto, no tienen en la plantilla a nadie que les pueda ayudar en esa labor creativa cuando los partidos se atascan o
darles el descanso necesario en una temporada tan larga, más allá de circunstancias como la actual en forma de lesiones o sanciones.
A buen seguro, Cordón habrá tomado buena nota.
De cara al próximo mercado invernal, se trata de una debilidad que conviene apuntalar si la situación económica lo permite, aunque
Javier Tebas ya ha dejado claro que el Betis aún debe ajustarse a su nuevo tope salarial con alguna gran venta o la rebaja de los salarios. Sea como fuere, la posibilidad de
Aleñá volverá a estar presente, pues
apenas cuenta para Koeman en el Barcelona y tiene decidido volver a salir. La fórmula elegida sería de nuevo una cesión, lo que tampoco implicaría una elevada inversión.