Un nuevo tren pasó por
Heliópolis en la noche del viernes y otra vez el
Betis lo dejó pasar a pesar de que se daban todas las circunstancias para montarse y poner al fin rumbo a
Europa. Los de
Rubi fueron
incapaces de imponerse al peor visitante de la categoría, un
Mallorca que sumó su segundo punto más allá de las islas, lo que deja el objetivo
más aferrado a las matemáticas que a la realidad.
Y es que el proyecto de
Rubi tan
sólo registra
30 puntos en 25 partidos, a poco más de una unidad por choque (1,2), lo que le conduciría, por proyección, a una
puntuación final de unos 46 puntos, del todo
insuficiente para estar entre los seis primeros. De hecho, los heliopolitanos ocupan la
duodécima posición, a ocho puntos del sexto a la espera de lo que ocurra en el
Real Sociedad-Valencia de esta tarde y en el
Atlético de Madrid-Villarreal del domingo. En el peor de los casos, Europa podría quedarse a 11 puntos y en el mejor, a nueve a falta de 39 por disputarse.
Una situación más desfavorable que en las dos últimas campañas, con las que empieza a abrirse una
brecha importante y también significativa. Con
Quique Setién al frente, el
Betis estaba inmerso de lleno en la lucha por el pasaporte para el
Viejo Continente y con una distancia ya considerable sobre
Rubi. Su Betis logró el triunfo en la jornada 25 en estos dos años, lo que aumenta la
diferencia con el del catalán hasta los
seis puntos. Tanto en la 17/18 como en la 18/19, el cuadro verdiblanco lucía en su casillero
36 puntos y marchaba en la
séptima plaza de la clasificación, mientras que ahora lleva
30 y tiene 11 equipos por delante.
El Betis de Rubi ha ganado cuatro partidos menos que en la 17/18 y tres con referencia a la pasada campaña, dato muy revelador que refleja el
pobre rendimiento de este proyecto hasta el momento y, sobre todo, su dificultad para ganar partidos, registrando un mayor número de empates que en las campañas anteriores, nueve por los tres y seis de los antecedentes. Llama la atención que, pese a su
fragilidad defensiva, no presenta los peores guarismos en este sentido, ya que en la 17/18 había encajado 10 más, aunque lógicamente también tenía más acierto, con ocho tantos por encima.
Con 30 puntos en su casillero,
este Betis sólo supera en tres a las dos primeras campañas tras regresar a Primera división, pues en la 15/16 y en la 16/17 contaba con 27 unidades en su haber, siendo 13º y 14º, respectivamente. Además, en la 16/17, había firmado a estas alturas el mismo número de triunfos (siete).
De hecho, según el revelador dato aportado por @LaLigaenDirecto, Rubi tiene exactamente el mismo número de victorias que
Víctor Sánchez del Amo cuando fue
destituido en la jornada 25 con esos siete exiguos triunfos. El de Vilassar de Mar es, por tanto, el entrenador con más de 25 partidos con
peor porcentaje de victorias en toda la historia de Betis en Primera división: el 28% que comparte con el madrileño.
Pese a ello, el catalán
no teme por su destitución y, aunque
el club comienza a peinar el mercado de entrenadores, se mostró convencido de poder acabar la temporada. "
No pienso en esas cosas, lo que tengo que hacer es seguir trabajando y
agitar el árbol para que los jugadores se den cuenta de que lo que se busca es rendimiento. El equipo ha generado suficiente aunque sea para ganar 5-3. Lo demás no pienso nada", manifestó después del 3-3 contra el Mallorca.
Curiosamente, este
Betis presenta su
segundo mejor registro goleador de la década, sólo por detrás de los 43 tantos de la 17/18, y el
cuarto de este siglo. Evidencia, por si cabía alguna duda, de que el
problema bético reside en su flaqueza atrás, propiciando un
desequilibrio que, de momento, lo sitúa demasiado lejos de Europa.