El
Betis barajó durante el mes de enero
la posibilidad de retocar su portería, aunque, finalmente, aplazó hasta verano ese movimiento, que no una decisión que parece tomada.
Rubi ha defendido siempre públicamente y en privado, como es su obligación, a un
Dani Martín (21) que, sin embargo, ha ofrecido dudas cada vez que le tocó actuar.
Recomendación expresa del entrenador de guardametas,
Diego Tuero, que conocía perfectamente al internacional sub 21 de su estancia en el
Sporting, extrañó la contratación (por cuatro millones de euros fijos y uno en variables) de quien sólo había ejercido el rol de suplente, tanto en el cuadro rojiblanco como en la 'Rojita', si bien los técnicos siguen confiando en la evolución del joven producto de Mareo, a quien, salvo giro de los acontecimientos,
se procurará una cesión para que se foguee en Primera o
Segunda. De hecho, se intentará incluir en el contrato de préstamo un aliciente económico para el club receptor, que se ahorraría el porcentaje de la ficha a su coste conforme más minutos acumule el cancerbero, con contrato hasta el 30 de junio de 2024.
Desecharon en la planta noble del
Benito Villamarín ofrecimientos variopintos, especialmente los de metas muy veteranos o excesivamente jóvenes, sondeándose, entre otros, a
Dimitrievski (por el que el Rayo Vallecano se remitió a su cláusula, de seis kilos) y
Edgar Badía (que podía salir gratis del Elche hasta el 31 de agosto pasado y que ahora cuesta un millón). De hecho,
según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, ése sería el perfil por el que se apostaría de nuevo en la 20/21,
a no ser que el Betis se clasifique para competiciones europeas.
Así, salvo que haya más de
dos competiciones (Liga y Copa del Rey), no se apostará por un competidor de tú a tú con
Joel Robles, indiscutible titular desde la marcha de
Pau López a la Roma. Para reeditar una dupla bajo palos de ese nivel, por ende, será necesaria la machada en lo que resta de segunda vuelta. Únicamente en ese escenario cuadraría la información avanzada este lunes por
La Razón, en la que se apuesta por el regreso a Heliópolis de
Antonio Adán.
El madrileño, de 32 años, dejó un excelente sabor de boca durante sus cuatro años y medio como verdiblanco. Y no sólo por su gran rendimiento deportivo, sino por su actitud y su compromiso, que le llevaron a renovar con el
Betis prácticamente en
Segunda unas semanas después de aterrizar en enero de 2014.
Adán, prácticamente inédito a la sombra de
Oblak en sus dos campañas como colchonero, queda libre el próximo 30 de junio, por lo que llegaría a coste cero, suponiendo una competencia de altura para Joel.
El citado medio incluye al eterno
Adrián Sán Miguel (33), pero éste tiene vinculación con el Liverpool hasta 2021, aunque el segundo año de contrato es opcional.