Este viernes, Día Mundial de los Animales, el
VAR anuló dos goles al
'Panda' y validó otro que
Loren celebró haciendo el elefante, para poner una nota de humor y calmar a un beticismo con la mosca detrás de la oreja al intuir que se avecinaba un parón liguero de perros tras verse por quinto partido seguido por detrás en el marcador y obligado a poner en liza todo su arsenal. Y es que llegará el día en el que se agote la capacidad de remontar de este equipo, que mantiene presa a su afición en el día de la marmota.
El guion del partido ante el
Eibar fue el mismo de lo que va de Liga, un bucle sin fin: el Betis sale con tantas ganas de agradar que se estira en exceso sobre el terreno de juego, buscando un gol que por fin haga soplar el viento a su favor. Lo acaricia una y otra vez; pero, como crea peligro con tanta facilidad como lo concede, justo cuando más lo merece lo acaba encajando. No puede ser mala suerte o simple casualidad. Cinco partidos en casa y que en los cinco empiece con el marcador en contra y con sucesos extraños como goles anulados, expulsiones o 'penaltitos' tan rigurosos como evitables es para hacérselo mirar. La fragilidad defensiva es un hándicap enorme que el tremendo potencial ofensivo y la irreductible fe de este equipo no consiguen eclipsar.
Rubi pidió en sala de prensa quedarse con lo positivo y predicó con el ejemplo, repitiendo el once de
Villarreal: un 1-
4-4-2 con los únicos cambios de
Mandi por
Feddal y el obligado de
Guardado por el lesionado
Carvalho. Insistió con
Pedraza y Álex Moreno desdoblándose por la izquierda; con el recuperado Canales de mediocentro; con
Joaquín pegado a la derecha, como en los viejos tiempos; y con Loren y Borja arriba, a la espera de un Fekir que empezó en el banquillo.
El
Eibar, con un 1-4-3-3, ejerció desde el principio una asfixiante presión adelantada para dificultar la salida del Betis. Lo esperaba Rubi, que ordenó la consigna clara de montar rápidas transiciones ofensivas. Sin Carvalho, la orden era reducir toques en campo propio, saltarse una línea y buscar más pases en largo y verticalidad para superar la presión del conjunto armero. Así llegó la primera ocasión, en el 9', con una entrada por la derecha de Loren, cuyo centro-chut fue repelido por
Dmitrovic y enganchado en la frontal por
Canales, con una volea que se fue muy arriba.
Más clara aún fue la de Álex Moreno, que recibió un gran pase filtrado de Loren a la espalda de
De Blasis y, totalmente solo al borde del área pequeña y con toda la portería para él, escogió potencia antes que colocación y su zapatazo se fue fuera, para desesperación generalizada. El servicio de Loren había sido tan bueno, que el exrayista se lo quiso devolver apenas unos minutos después. En la enésima internada por su carril, acomodó de cabeza un servicio de Canales por encima de la zaga rival. El marbellí se fue de su marcador con un autopase con el cuerpo y soltó un remate seco pegado a la cepa del palo, pero se topó con una mano soberbia del portero rival.
Los verdiblancos tenían las ocasiones, que cada vez eran más claras (incluido un gol de Borja bien anulado por el VAR), pero no poseían el control de un partido totalmente roto. El Eibar, que hacía llover centros laterales en el área del Betis consciente de que es uno de sus puntos débiles, tampoco hacía ascos a contragolpear por medio de
Orellana y de Inui, muy motivado ante su exequipo. Aceptó el riesgo de intercambiar golpes en un ida y vuelta constante... y le salió bien. Fue de la manera más imprevisible y más exasperante. En el 35', con un penalti absurdo de Canales sobre Escalante, al que propinó un leve pero incomprensible golpe en el rostro en una pugna por la posición. Orellana, al que se le da muy bien el Betis, engañó a Joel y puso el 0-1 con un disparo raso a la derecha del portero. Otra vez con el marcador en contra y murmullos en las gradas, con más intensidad que en citas anteriores.
El Betis empezó a tener más paciencia, intentó tener más control del balón y rozó el tanto con dos disparos lejanos de Pedraza, detenido por Dmitrovic, y de Borja Iglesias, que se fue lamiendo el poste.
Mientras
Fekir se preparaba para entrar, la duda era por quién saldría. En teoría, el once tipo en mente de Rubi es con el galo por detrás de Borja, pero a día de hoy Loren merece la titularidad más que cualquier otro compañero. Y no sólo por sus goles, seis con el de anoche, o por la jugada 'maradoniana' que firmó en la reanudación y que levantó al público de sus asientos, sino por su capacidad de asociarse, su lucha y su excelente lectura del juego.
El 'sacrificado' finalmente fue Pedraza, retrasando su posición Álex Moreno y acumulando, de mediocampo en adelante, un rombo con Canales, Guardado (luego
Lainez), Joaquín (suplido por
Tello) y Fekir, con Borja y Loren por delante. Como suele decirse, fue a 'tumba abierta', aunque más allá del gol del empate, apenas tuvo ni concedió ocasiones.
El sino heliopolitano, eso sí que está claro, es sufrir. Lo hace en las duras y en las maduras. Tuvo que esperar cuatro minutos a que el VAR validase el 1-1, obra del iluminado Loren, que remachó sobre la línea una jugada a balón parado peinada por los dos centrales. No tuvo la misma suerte en el alargue, jugando ya con uno más por la expulsión del expeditivo Escalante. El 'Panda' marcó en fuera de juego y Betis y Eibar se conformaron con un empate que les deja igualados a nueve puntos en la mitad de la tabla. Vienen 15 días sin fútbol, pero con mucho trabajo para Rubi, que sigue sin encontrar el equilibrio... y ya se le agotan los milagros.
- Ficha técnica:
1 - Betis: Joel Robles; Emerson, Mandi, Bartra, Pedraza (Fekir, m.57); Joaquín (Tello, m.84), Guardado (Lainez, m 92), Canales, Álex Moreno; Borja Iglesias y Loren.
1 - Eibar: Dmitrovic; De Blasis, Oliveira, Arbilla, Bigas (Tejero, m.46); Diop; Olivera, Escalante, Edu Expósito (Quique González, m.70), Inui; Kike García (Charles, m.87).
Goles: 0-1, M.34: Orellana, de penalti. 1-1, M.69: Loren.
Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (C. Las Palmas). Expulsó por doble amarilla a Escalante, del Eibar, que las vio en los minutos 65 y 91. Además, amonestó a los locales Canales (m.33), Fekir (m.78) y Mandi (m.88), y a los visitantes Bigas (m.9), Arbilla (m.57), Tejero (m.76) y Diop (m.80).
Incidencias: Partido de la octava jornada de LaLiga Santander, disputado en el Benito Villamarín ante 47.056 espectadores. Césped en regulares condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los exfutbolistas del Betis Alfredo Greus y Heliodoro Castaño, fallecidos recientemente.