El técnico del Betis, Quique Setién, sufre un interminable maleficio en ambos carriles. A la baja ya conocida de Junior Firpo, por una lesión en el recto anterior, se unieron las ausencias de Antonio Barragán, que tampoco estuvo el miércoles en el regreso al trabajo del equipo, y de Joaquín Sánchez, que en los últimos encuentros ha ocupado la banda derecha.
Ambos sufren unas molestias físicas que, si bien parece que no entrañan mucha gravedad, sí generan incertidumbre de cara a la visita del domingo al Celta; ya que Francis fue baja ante el Getafe al estar tocado y Tello aún no está al cien por cien después de salir de una lesión que le tuvo parado casi un mes y medio. Hasta ahora, el cuerpo técnico ha ido con mucho cuidado con el catalán, al que han ido introduciendo poco a poco (jugó 11 minutos ante el Valencia, en Copa, y 23', el domingo, contra el Getafe) para evitar que le pase como a Junior, que sufrió una recaída en una lesión muy similar a la sufrida por Tello.
Al menos, tanto el de Coín como el de Sabadell se ejercitaron ayer con aparente normalidad en la sesión matinal dirigida por Setién a partir de las 11:00 horas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol; misma hora y lugar en el que los heliopolitanos trabajaran hoy para seguir preparando el choque en Balaídos.
Aitor Torvisco2 min lectura