Después de caer en Las Palmas el pasado Domingo de Ramos, el Betis ha vivido
su particular semana de pasión.
La lacerante derrota en la isla (4-1) coronó
una semana negra para el conjunto de La Palmera, cuya
estación de penitencia comenzó ante el Espanyol en Barcelona y continuó con la visita del Villarreal.
Esta profunda crisis de resultados ha dejado la certeza casi absoluta de que el objetivo marcado por el club -mejorar la décima plaza del pasado año- es cuanto menos
una quimera. Nadie cree ya en que el Betis pueda acabar entre los diez primeros, habida cuenta de que esa meta se encuentra, en estos momentos y a falta del Granada-Celta de esta noche, a diez unidades,
distancia que se antoja imposible recortar en las siete jornadas que restan por disputar.
Por suerte para los verdiblancos, en el peor de los casos, es decir otra derrota heliopolitana combinada con un triunfo nazarí, dejaría
el descenso a ocho puntos con seis jornadas por delante, por lo que la situación difícilmente llegaría a ser crítica de aquí al final.
Pese a todo, el Betis no debería estar mirando para abajo. Víctor,
al que la grada ya ha crucificado, buscará su redención este Domingo de Resurrección ante un Eibar que aspira a abrochar la mejor temporada de su historia con
un billete para Europa la próxima temporada.
El técnico, que escuchó cómo
la afición pedía su marcha en su última aparición en el Villamarín, intentará maquillar su paupérrimo bagaje desde su llegada al banquillo (cinco triunfos, cinco empates y diez derrotas).
Para ello, contará con toda su plantilla
a excepción de Cristiano Piccini, que no termina de recuperarse de unas molestias en los flexores de la cadera. El resto del equipo, incluido
el rehabilitado Brasanac, estará a su disposición.
La baja del italiano mantendrá a
Rafa Navarro en la derecha, con la duda de si
Álex Martínez o Durmisi, al que dio descanso en Las Palmas, ocupará el flanco izquierdo.
Mandi, Pezzella y Tosca, en principio, se mantendrán en el centro de una defensa de cinco, con
Rubén Pardo por delante,
Brasanac y Dani Ceballos algo más adelantados y arriba Víctor duda entre
Sanabria y Álex Alegría para acompañar a
Rubén Castro.
El Eibar de Mendilibar, por su parte, llega al Villamarín con el sueño de mantener vivas sus aspiraciones europeas. Los armeros, no obstante,
llegan con lo justo pues cuentan con las bajas por lesión de
Rubén Peña, Arbilla, Rico, y Nano. Regresan el japonés
Inui y el central francés Florian
Lejeune para cerrar una lista de 18 disponibles.