Tras una temporada histórica, a la que le faltó la final de la ACB, Unicaja comienza una nueva campaña con la mayor parte de su columna vertebral intacta, con un proyecto continuista y reforzado, y con la esperanza de seguir llevando a Málaga ilusión y títulos.
El hecho de haber ganado un título europeo le deja poco margen y ya en septiembre tendrá que empezar a competir en serio, ante algunos de los mejores equipos del planeta. “Está claro que la obligación de tener un rito competitivo pronto, nos va a obligar a modificar la rutina normal de pretemporada", aseguraba un Ibon Navarro que espera que Unicaja deje el pabellón muy alto en la Copa FIBA Intercontinental.
Allí, en Singapur, se enfrentará, como representante del baloncesto europeo, al Pedro de Luanda de Angola, campeón de la Basketball Africa League; al Quimsa de Argentina, ganador de la Champions League Americas; al NBA G League United, representante de la G League de Estados Unidos; Al Riyadi de Líbano, campeón de la primera Basketball Champions League de Asia; y al Tasmania JackJumpers, que representará a Oceanía. El torneo se celebra del 12 al 15 de septiembre.
Sin embargo, lo más importante para Navarro no es este evento, pese a tener un gran prestigio internacional, sino llegar bien al duro arranque de la Liga ACB. "Creo que empezaremos la Liga Endesa con un alto nivel competitivo, pero el trabajo de base que nos permita aguantar sobre todo esos cuatro primeros partidos en doce días, no será tan bueno. Vamos a ver si intentamos ajustar todo lo que podamos para compaginar las dos cosas: tener el ritmo competitivo antes de lo normal y llegar a las primeras jornadas de ACB y BCL -Champions- en un buen tono, que nos permita llevar ese ritmo de competición de manera normal”, añadía el técnico del equipo malagueño.
“La intercontinental hace que el trabajo cambie mucho. Vamos a estar fuera de casa una semana, cuando lo normal es que en esa semana metiéramos cinco o seis entrenamientos y lo que vamos a hacer son tres partidos, un entrenamiento y dos viajes de 19 horas... Cambia mucho”, añade Ibon Navarro, que no quiere que se vea esto como una queja. Y que sabe que se va a encontrar una oposición más dura de lo que debería, de ahí que mire mucho más allá. “La mayoría de los equipos no tienen cerradas sus plantillas y muchos de estos equipos lo que hacen es fichar 2-3 jugadores para estas tres semanas que luego se van. Vamos a encontrarnos equipos con jugadores importantes para esa competición, con unos incentivos económicos importantes y eso da idea de la dificultad del torneo. Además, tener que ir allí, a Singapur, y acomodarnos a unos horarios y comidas diferentes tiene su complejidad. No vamos a esconder que podamos ser favoritos pero tiene su complejidad”, añade.
Sobre la plantilla con la que afrontará todos estos retos, Navarro tiene claro cuáles han sido los mejores 'fichajes'. “El mejor fichaje del verano es mantener a 11 jugadores, que hubieran sido 12 si Will -Thomas- no decide retirarse. Uno de los mayores retos es mantenernos en lo que somos y mejorar algunas cosas. La llegada de Tyson Pérez nos tiene que hacer dar una vuelta a algunos aspectos de ataque. Tenemos que cambiar algunas cosas. No perder lo que hemos sido, pero tenemos margen de mejora. Atrás tenemos margen de mejora. Somos un equipo de mucha energía y muy comprometidos con el esfuerzo, pero ahora vamos a ver si somos capaces de crecer también un poquito en lo táctico”, afirma.
En este sentido, no le preocupa poder contar o no con Dylan Osetkowski por el 'problema' que impidió su fichaje por el Barça. "Si Dylan no puede jugar o si Dylan juega, incluso aunque pueda jugar, si no está bien, intentaremos elegir los jugadores que mejor nos puedan venir para ciertos partidos y también teniendo en cuenta su estado físico", asegura el entrenador vasco, quien espera también conocer qué pasará con Killian Tillie. “Tenemos en principio una plantilla de 13 jugadores, si se resuelve el tema de Killian Tillie, y si Dylan no puede jugar o si puede jugar hará que funcionemos como el año pasado. No se trata de acumular talento y jugadores sino de que encajen, de que rimen. No es sumar, es rimar y ahora mismo tenemos que ver en qué punto estamos, ver si nos podría faltar algo. Yo creo que no. Nuestros 5 son los que empezamos el año pasado, Kravish, Sima y Osetkowski y ahora vamos a tener, si todo va bien, la aportación de Killian y hemos cambiado a Tyson Pérez por Will Thomas. Éste es un cambio importante porque son dos perfiles de jugador diferentes, pero lo que tendremos que aprender es a explotar las virtudes de Tyson y no a pensar lo que ya no tenemos sin Will. Es reinventarnos un poco...", avisa Navarro.