España juega este lunes su segundo partido ante Eslovaquia con la obligación de ganar para certificar su pase al Eurobasket del próximo año. Tras el milagro vivido el pasado viernes en Bratislava, el equipo que adiestra Sergio Scariolo tiene en su mano lo que parecía imposible cuando apenas quedaban 6,2 segundos para el final de la prórroga del duelo del viernes y la selección española perdía de cinco puntos.
La victoria le hace depender de sí misma, pero le ha surgido un nuevo problema que podría lastrar el ya mermado potencial del equipo español, pues se ha lesionado uno de los tres baluartes que tiene bajo sus órdenes y que se proclamaron hace dos años campeones del último Eurobasket.
Nada menos que su capitán, Xabi López-Arostegui, ha tenido que dejar la concentración por una sobrecarga en su rodilla izquierda. No es una lesión grave, pero tanto los médicos del combinado español como el propio escolta de Getxo han decidido parar. "Desde la FEB, queremos agradecer el compromiso de Xabi y desearle una pronta recuperación", publica la propia Federación Española de Baloncesto.
El jugador del Valencia Basket, no obstante, no tuvo una actuación destacada en Eslovaquia. Aportó cinco puntos y seis rebotes. Pese a ello, es un baluarte importante en La Familia y a lo largo de su carrera ya 50 internacionalidades.
Scariolo tiene un amplio plantel para cubrir esa ausencia, al igual que la anterior de Tyson Pérez, ya que convocó a dieciséis jugadores para esta ventana de noviembre. Entre ellos ya hay varios jóvenes, encabezados por Izan Almansa, que piden paso y que tratarán de tener más protagonismo este lunes en el Palacio de los Deportes Paco Paz de Ourense.
"Podemos ser mejores o peores, pero en competir somos del primer nivel, intentamos sobrevivir y para eso hay que competir", señaló Scariolo nada más acabar el partido, en el que pese a los errores y a la tensión con la que vivieron sus jugadores en el tramo final, en el que los nervios pasaron factura, se quedó con lo positivo. "Me quedo con lo bueno, rebotes a pesar de la inferioridad física, la fe que todos los jugadores mantuvieron hasta el final. Es un buen primer paso para nuestros jugadores muy jóvenes. La actuación de Santi Yusta, muchas cosas, pero no somos un equipo que puede jugar sin estar al 100 % centrado en el esfuerzo. Estamos contentos de haberlo sacado al final", admitía el entrenador español.