Sólo se han jugado hoy dos partidos en la NBA, pero vaya partidazos. La pasada madrugada nos deparó un duelo entre el nuevo talento europeo, Victor Wembanyama, y otro más que consolidado como Giannis Antetokounmpo, y también la lucha de poder en el Oeste entre el vigente campeón y el equipo que dominó la última década, los Warriors, que este año no acaban de encontrar una regularidad que les permita mirar con optimismo a los 'play off'.
Fue también un gran duelo entre Nikola Jokic y Stephen Curry que se llevó el europeo, quien se convertiría en el héroe con una canasta final sólo al alcance de los más grandes.
Aunque la expectación de ver cara a cara a Wembanyama y Antetokounmpo era grande, se esperaba una diferencia entre los decaídos Spurs y los emergentes Bucks que la diluyera. Perdieron los de San Antonio, como llevan haciendo desde el inicio de la temporada regular de la NBA, pero no sólo dieron la cara ante un equipo que es candidato al anillo, sino que estuvieron a punto de ganarle.
Si nos atenemos a las cifras ofensivas, el mejor del equipo texano no fue 'Wembi' y sí Devin Vassell, pero la influencia del pívot francés fue clave para que los Spurs aspiraran al triunfo hasta el final. Wembanyama acabó con 27 puntos, 9 rebotes y 5 tapones en su mano a mano con un Antetokounmpo que, a día de hoy, tiene más experiencia, y que firmó 44 punto, 14 rebotes y 7 asistencias.
Victor Wembanyama aprovechó la ocasión de que el partido era transmitido por la televisión nacional y demostró a todo Estados Unidos que ya está aquí. Jugadas como una del tercer cuarto, en la que anotó en una jugada de aro a aro, tras pasarse el balón por la espalda ante Damian Lillard, levantaron al público. El francés se escondió el balón, dio pases, anotó y puso tapones, aunque al final, acabaría perdiendo.
Los Spurs llegaron vivos al último minuto (121-121) gracias a un tapón de Wembanyama sobre Lillard, al que siguió un triple. Y aún tuvo tiempo de frenar a Antetokounmpo. Sin embargo, los Bucks tienen más recursos, llegaron con ventaja a los segundos finales y Tre Jones falló un triple abierto desde la esquina que podría haberles otorgado el empate.
Aunque en un segundo plano por los dos gigantes, Damian Lillard firmó uno de sus mejores partidos con los Bucks y logró su primer doble doble con esta camiseta, ya que anotó 25 puntos y capturó 10 rebotes.
El otro partido de la noche se decidió con un triple espectacular sobre la bocina y casi desde el centro de la pista de Nikola Jokic, pero ya antes los Nuggets había logrado igualar los 13 puntos de desventaja con los que llegaron al último cuarto ante unos Warriors que habían sido mejores hasta ese momento.
El triple del serbio cerró un impresionante parcial de 4-25 con el que los actuales campeones de la NBA contestaron al brutal tercer cuarto de los Warriors (44-24) que parecía sentenciar la contienda.
"Hay que darles crédito. Los Nuggets endurecieron su defensa (...). Pero lo siento por mis chicos: es una derrota realmente dura", admitía Steve Kerr.
Sabía lo que decía, porque el equipo de San Francisco había hecho un gran partido, en especial, en ese tercer cuarto en el que fraguaron una ventaja que parecía definitiva. Stephen Curry se fue hasta los 30 puntos y 6 asistencias y Klay Thompson añadió 24 tantos, con Dario Saric aportando en el rebote y hasta seis jugadofres en dobles figuras. Sin embargo, no fue suficiente.
Jamal Murray (25 puntos y 6 asistencias), Gordon (30 puntos) y Peyton Watson (19 tantos y 5 rebotes en 19 minutos) se aliaron con un gran Nikola Jokic (34 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias) para silenciar la Bahía.