El revuelo que se ha montado con el récord de puntos de LeBron James, quien batió a Kareem Abdul-Jabbar para convertirse en el máximo anotador histórico de la NBA, es más que lógico. Sin embargo, hay una parte del mismo que trasciende lo que se ve sobre la cancha para llevarnos a una eterna discusión sobre quién es el mejor jugador de todos los tiempos.
Conforme ha ido avanzando la carrera de LeBron James parece que la disputa ha quedado cerrada a Jordan y él. Por supuesto que hay auténticos fanáticos de cada uno, pero admitir que hay argumentos a favor de ambos es obligatorio en este caso. Centrándonos en esos puntos a favor que tienen los dos, el último de El Rey es sin duda el haber superado a Kareem, algo que otra leyenda de los Lakers como Magic Johnson creía imposible.
La cuestión es que sucedió y no ha tardado en ser utilizado para decir que LeBron es definitivamente el mejor y que ha roto el empate técnico con Jordan. Lo cierto es que el propio MJ felicitó a El Rey por su logro al ponerse en cabeza de los máximos anotadores en la historia de la NBA, pero en ningún momento dijo que fuese mejor que él; es más, echando un ojo al pasado encontramos unas declaraciones de la leyenda de los Bulls al respecto de batir el récord de Kareem. Literalmente, no le da importancia alguna.
“Bueno, eso es algo que nunca me motivó. Las estadísticas son solo números. Cuando te esfuerzas, no te preocupas por eso. Si jugara por las estadísticas, nunca me hubiese retirado en 1993 y probablemente hubiese batido el récord de puntos de Kareem Abdul-Jabbar. Eso no me impulsa. Las únicas estadísticas que me importan son los partidos que ganamos y los anillos que conseguimos”, sentenció en su día.
Tales afirmaciones hablan de hasta qué punto era competitivo Michael Jordan. En el documental The Last Dance puede verse como apretaba a sus compañeros y hasta qué punto estaba obsesionado con ganar tanto como fuera posible. Ese hambre le llevó a lograr seis campeonatos en seis finales disputadas y a ser el único de la historia en conseguir tres anillos consecutivos en dos ocasiones. Con esto no decimos que Jordan fuese mejor, simplemente que era otro estilo, otro baloncesto. Como dijo Tote King, ‘lo mejor de los 80 fue el básket’ y ahí estuvo Air Jordan.