LeBron James es desde hace poco más de un día el máximo anotador de la historia de la NBA. Cuando lo consiguió, cuando entró el punto 38.388 de su carrera, lo celebró con los brazos en alto. Sabía que se convertía en leyenda y que le había costado más de 20 años de sudor y sacrificios. Quizás por ello, al echar la vista atrás y verse rodeado de sus personas más queridas, lo siguiente que hizo fue llorar. Sí, una roca en la pista como LeBron no podía dejar de soltar lágrimas mientras todos le ovacionaban, le admiraban...
Obviamente esas gotas que brotaron desde sus ojos eran de alegría; y por ello poco tardaron en tornarse en una sonrisa que dejaba claro que era un hombre feliz, porque lo es. La cosa es que la felicidad es algo efímero, sobre todo para quienes la igualan en altura con las victorias. El Rey quiere recuperar su corona en la NBA, y justo para ayudarle a conseguirlo los Lakers le han preparado la mejor sorpresa para lo que resta de temporada. ¿Cuál es? Reforzar el equipo antes del cierre del mercado de traspasos.
Así es. Según informa Adrian Wojnarowski de ESPN, los angelinos han cerrado una negociación a tres bandas con Utah Jazz y Minnesota Timberwolves para que James pueda mantener su sonrisa de oreja a oreja. Le han hecho un regalo, uno que le acerca al quinto anillo de su carrera, uno que en estos momentos le hace sumar al equipo a tres jugadores de gran valor como D'Angelo Russell, Jarred Vanderbilt y Malik Beasley. Este movimiento supone una inmensa alegría, sobre todo tras la decepción de quedarse sin Kyrie Irving.
En plan de los de oro y púrpura parece claro. En el traspaso sueltan a Russell Westbrook –llevan mucho tiempo queriendo deshacerse de él–, así como al menos una primera ronda del draft de las dos que poseen (2027 y 2029). Ese es el precio a pagar por apostar por el presente, ese que les dice que no pueden dejar que una leyenda como LeBron pase otra temporada sin poder luchar por ser campeón, y es que el año pasado ni siquiera entraron en playoffs.
Tampoco es que lo tengan fácil ahora, pero sí a su alcance. Ocupando la 13ª posición de la Conferencia Oeste, los Lakers están a dos partidos de los puestos de play-in y a cuatro de playoffs. Es una distancia importante, pero salvable, ya que aún tienen 27 encuentros por delante. Si quieren tirar de épica, el primer paso era sin duda hacerle un gran regalo a LeBron James. No nos engañemos, se lo merece.