En la NBA hay bastantes jugadores que se pueden tildar de leyenda, pero todos ellos comparten un problema: LeBron James se está encargando de colocar cada vez más alto el listón para pertenecer a tan selecto grupo.
Siendo desde hace tiempo el máximo anotador de la historia de la competición estadounidense tras superar a Kareem Abdu-Jabbar, el astro de los Lakers no parece saciar su apetito con nada. Van cuatro anillos y numerosos récords y premios individuales. Sin embargo, ello no ha evitado que haya seguido compitiendo como el primer día hasta que anoche, recibiendo en Los Ángeles a los Denver Nuggets, firmó un nuevo hito en su espectacular carrera al alcanzar y superar los 40.000 puntos.
El Rey necesitaba nueve puntos para alcanzar la redonda cifra y se terminó yendo hasta los 26 frente a los de Colorado para dejar su marca total (hasta el próximo partido) en 40.017. Con tal cifra, el jugador de 39 años deja cada vez más lejos a los siguientes en la lista, y es que en el top 5 de máximos anotadores históricos le acompañan: Kareem Abdul-Jabbar (38,387), Karl Malone (36,928), Kobe Bryant (33.643) y Michael Jordan (32.292). He aquí la canasta con la que agranda su leyenda.
Es obvio que fue un momento emocionante. El público le ovacionó, sus compañeros le felicitaron y él mismo sonrió sabedor de que su figura empieza a tomar forma divida. La cuestión es que todo esto, lo cual llega a través de un trabajo simplemente sin igual por su parte, realmente no le importa. Él simplemente quiere ganar.
"Lo principal es ganar. Odio que esto pasara en una derrota. En particular contra un equipo que juega un gran baloncesto, no pudimos ganar. Es agridulce, pero disfruté de cada momento en pista", señala antes de dar las gracias a todos los que le han apoyado y recordar los grandes jugadores que le han acompañado (y acompañan) en este camino.
"Nunca pienso en un récord personal cuando estoy en pista luchando, pero tengo mucho respeto por la familia de los Lakers por mostrarme ese cariño en el tiempo muerto (tras el récord). Ser el primero en hacer esto es genial, porque sabes la historia de la liga, los grandes que jugaron aquí, y también ves los grandes jugadores que estuvieron aquí esta noche", explica.
Con otro récord bajo el brazo, ahora le toca lo más difícil: ser capaz de llevar a los Lakers a otras Finales de la NBA.