Campazzo y Musa confirman la venganza

El Madrid resuelve por la vía rápida un partido, ante el Partizan, que se presentaba caliente por lo sucedido el pasado año; en Valencia, triunfo local ante uno de los gallitos, la Virtus Bolonia

Campazzo y Musa confirman la venganza
Musa y Campazzo, los mejores del Madrid. - @RMBaloncesto
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El Real Madrid demostró, una vez más, que visitar el WiZink Center en la Euroliga este curso es un martirio para los rivales. Lo sufrió también el Partizan de Belgrado, al que ni siquiera las ganas de saldar cuentas pendientes le hicieron más peligroso y acabó cayendo con contundencia.

El Valencia Basket, por su parte, se reencontró este jueves con el triunfo en la máxima competición continental y cortó la racha de cuatro victorias del Virtus Bolonia en un partido en el que el acierto inicial despistó a los de Álex Mumbrú, pero en el que, tras el descanso, recondujeron su juego con una defensa mucho más agresiva que bloqueó al equipo italiano.

Real Madrid 91-75 Partizan de Belgrado

La llegada del conjunto serbio al WiZink Center no era una cualquiera este curso, envuelta como venía en un halo de morbo por lo ocurrido el pasado curso en los 'play off' de la máxima competición europea. Ahí, el Madrid consiguió remontar un 0-2 adverso en la eliminatoria con tres victorias seguidas, tángana vergonzosa mediante en el segundo de los duelos.

Aquellos incidentes ocasionaron un acumulado de nueve duelos de sanción para cuatro jugadores, pero de ellos solo Kevin Punter estuvo disponible en esta ocasión debido a las lesiones de los locales Guerschon Yabusele y Gabriel Deck y a la salida en verano del visitante Mathias Lessort.

Reinó, sin embargo, la paz desde el principio, al menos en lo que al trato personal se refiere. Porque a la hora de hacerse puntos, unos y otros no se concedieron ninguna tregua. Dzanan Musa se puso al frente del anfitrión, anotando 11 de los primeros 14 de los suyos. Y Bruno Caboclo respondió en la otra canasta con 7 de los 12 iniciales para los de negro, jaleados estos por una nutrida presencia de sus partidarios en las gradas.

Ese protagonismo individual se fue diluyendo para dejar paso al colectivo. Cuando eso sucedió, brilló aún más el Real Madrid. Campazzo, a su nivel habitual y motivado por haber militado brevemente en el eterno rival (Estrella Roja), dirigió a la perfección a un Madrid que, al descanso, ya ganaba de 12 y que al final del tercero había sentenciado (+25).

Valencia Basket 79-71 Virtus Bolonia

La remontada valenciana, por su parte, tuvo una labor coral. No había otra forma de derrotar a uno de los mejores equipos de la Euroliga. La aparición anotadora primero de Kassius Robertson, que ya había mostrado una mejor versión en los últimos encuentros, y en el tramo final de Brandon Davies completó los puntos de Chris Jones. Sin embargo, sin la labor defensiva de Xabi López-Arostegui o Jaime Pradilla el triunfo no habría podido llegar ante un rival al que tras dejarle anotar 47 puntos en la primera parte, dejó en 24 en la segunda.

Le costó al Valencia coger tensión defensiva pero los tiros abiertos de Jones y de Davies le permitieron, primero, no perder el paso y después, ponerse por delante. Su diez canastas en sus primeros trece tiros de campo, con una buena contribución de Robertson, fueron un oasis de confianza tras muchos partidos con muy poco acierto. Pese a todo, las facilidades defensivas permitieron al equipo italiano irse diez arriba al descanso (37-47).

El paso por los vestuarios aclaró las ideas locales. Con Jovic y Jones en el quinteto estuvo serio en las dos canastas y recortó su desventaja, pero las retrasaron su intento de remontada. La mejoría defensiva, con un brillante Xabi López-Arostegui atosigando a la primera línea rival, impidió que el Virtus retomara su renta y dos nuevos triples de Kassius Robertson le dieron la vuelta al marcador (54-52, m.27).

Con la Fonteta alentando cada defensa de los suyos, el Valencia firmó un 23-7 de parcial en el tercer cuarto que le confirmó que el camino era ese y no el otro. Daniel Hackett y Shengelia levantaron al Virtus y el marcador se ajustó de nuevo, en parte por las pérdidas de los locales. En un escenario con pocos puntos el Valencia se movió cómodo, llegó al final con una cierta ventaja y, pese a un triplazo de Belinelli, la supo administrar para llevarse un triunfo vital.

EFE