A horas de buscar una nueva final en Pekín para intentar revalidar el título del año pasado, Jannik Sinner ha confesado lo mal que lo está pasando por el tema de su dopaje.
Pese a que su tenis refleja otra cosa distinta, el tenista italiano está sufriendo con una lucha en la que lleva inmerso varios meses y sobre la que no termina de recibir una sentencia definitiva.
El número 1 del mundo intenta mantenerse concentrado en su tenis, pero la última apelación de la Agencia Mundial Antidopaje le ha hecho estallar y reconocer lo que está padeciendo: "En primer lugar, no es una situación en la que me gustaría estar, es muy delicada y difícil y también diferente. Lo único que sé es que intento repetirme a mí mismo que no he hecho nada malo, algo que te pone ya en una posición de ventaja. Por supuesto que he pasado noches sin dormir durante este tiempo y ahora otra vez no será fácil. Estoy decepcionado de estar de nuevo en esta situación, pero solo estoy intentando mantenerme concentrado de alguna manera en mi trabajo e intentar hacer todo lo posible para estar preparado para cada partido que juego. Pero sí, es un momento difícil para mí y también para mi equipo. No solo yo estoy en esto solo, sino también mi equipo. Estoy manteniendo cerca a la gente con la que estoy bien y me conoce como persona, ellos me conocen”.
En cuanto a su último partido ganado, frente a Lehecka, ha realizado un análisis muy simple: “Sentía que había empezado muy bien el partido, con buena confianza. Después tuve algunas oportunidades muy rápidas en el segundo set y que no las terminé de aprovechar. Es un jugador muy difícil de enfrentar, cuando saca muy bien, golpea muy fuerte la pelota. He intentado mantenerme ahí mentalmente cuando iba 4-6 abajo en el tie-break. Estoy feliz de haber ganado en dos sets u de estar de vuelta en semis aquí”.
Ahora, deberá vencer al chino Bu Yunchaokete para medirse a Carlos Alcaraz, quien ya ha obtenido su billete para la final tras imponerse al ruso Daniil Medvedev con un contundente (5-7 y 3-6). Y para medirse al murciano, el tenista transalpino espera seguir mejorando: “No hay ninguna duda de que Jiri es un jugador muy agresivo. Cuando va a por una bola a mucha velocidad, es una bola muy difícil de controlar. Claro que podría haberlo hecho mejor, especialmente en el 6-5 del segundo set. Tuve un par de derechas fáciles cuando él estaba en la red. No aproveché las oportunidades y cuando no las aprovechas, te arriesgas a perder el set. Aunque no estoy pensando en eso durante el partido, seguramente sea algo en lo que voy a trabajar”.