Jannik Sinner está a punto de volver a hacerlo. El italiano no entiende ni de torneos de exhibición ni de Grand Slams ni de nada, él sólo sabe ganar y ganar, como diría el difunto 'Sabio' Luis Aragonés.
El tenista transalpino ya suma dos victorias en las ATP Finals 2024 en la fase de grupos, la última ante Taylor Fritz, y Turín está disfrutando de lo lindo con el nuevo número uno del mundo. Y aunque su historia de dopaje todavía no ha concluido, Sinner asegura que está viviendo un auténtico sueño en este año.
Sobre el partido frente a Fritz, reconoció las dificultades que tuvo para derrotarle: “Ha sido un partido de muy alto nivel. Creo que ambos hemos jugado un gran tenis y ha sido un partido completamente diferente al primero. No quiero comparar, pero este ha sido un partido muy duro, así que estoy muy feliz por la victoria”.
Ahora, vuelve a jugar en casa, y ha explicado los motivos por los que se perdió el Masters de Roma: “Jugar en Italia es diferente. El público es increíble, te apoya en las buenas y en las malas y eso me gusta. No he jugado en Roma, que para mí era un hueso duro de roer, pero no estaba preparado físicamente. Ahora estoy aquí 12 meses después de la última vez que jugué en Italia y lo estoy disfrutando. Este torneo es un poco diferente al resto porque tienes que clasificarte para poder jugar. Ya tienes una buena posición al clasificarte y todos los partidos son difíciles”.
En este sentido, Jannik no se puede creer la fama que está alcanzando en tan corto periodo de tiempo: “Me sorprende. Soy solo un chico de 23 años que juega a tenis. Tengo algunos patrocinadores y la sede central está aquí como la de Lavazza e Intensa. Son de aquí, me encanta la familia de mis patrocinadores y la conexión que tengo con ellos. Jugar en Italia para un italiano es muy especial y nunca hay que dar nada por sentado. Sigo sorprendiéndome a veces. No es que todo sea normal, pero intento acostumbrarme. Solo intento jugar un buen tenis en la pista, que es para lo que estoy aquí”.
Por último y sobre sus primeros meses en la cúspide del tenis mundial, el italiano afirma que salta a la pista de otra forma, al igual que sus rivales cuando se miden a él: “Por supuesto, siempre hay diferencias. Siempre digo que cada partido es diferente en algún sentido. No importa cuando fue la última vez que jugaste contra ellos. Yo también estuve en esa posición cuando jugaba contra el número 1 del mundo. Vas a la pista y no tienes mucho que perder, es normal. También es algo diferente porque hay jugadores que ya me han ganado y no piensas si es número 1, 2 o 3. Solo te guías por el conocimiento de los encuentros anteriores y tratas de mejorar como jugador. Eso es lo que intento hacer con todos mis adversarios. Trato de mantenerme en un momento muy presente, no pensar en el pasado ni en el futuro. Este es un deporte muy presente en el que tienes que vigilar lo que viene en este momento”.