Este lunes se celebran los últimos partidos de los octavos de final del Open de Australia, que encara la recta final del torneo, y Jannik Sinner es el principal destacado. El número uno del mundo se enfrentaba a Holger Rune para disputarse el pase a cuartos, una ronda en la que ya están Carlos Alcaraz, Novak Djokovic y Alezander Zverev, sus principales rivales.
El italiano no ha fallado a esta cita y ha logrado eliminar a la última gran promesa que quedaba en el torneo, el danés de 21 años. Sin embargo, la victoria del italiano le ha costado más de lo esperado, después de sufrir problemas físicos que han hecho saltar las alarmas de cara a la parte más compleja de la competición. Bien es cierto que el italiano sigue siendo el favorito, pero su andadura en Melbourne está dejando muchas dudas, especialmente este choque contra Rune.
Jannik Sinner no falla a su cita en cuartos, en una ronda en la que le esperan sus principales rivales tanto de la ATP como para este torneo. Pero el italiano afronta los partidos más complejos de la competición tocado. Así lo ha demostrado en su duelo de octavos, en el que además de toparse con un Rune dispuesto a causarle problemas, ha tenido que ser atendido por los fisios en pleno partido.
El transalpino ha logrado imponerse con un resultado final de 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2, pero la sensación general del partido ha sido un Sinner que aún no ha ofrecido su mejor tenis y que está teniendo muchas dificultades físicas en Melbourne. De hecho, en sus anteriores enfrentamientos también se ha tenido que forzar más de lo esperado, generando un desgaste físico que le puede pasar factura. Todo ello unido a un calor sofocante y al danés tratando de lograr la proeza, han hecho que este partido deje muchas dudas sobre Jannik y la forma en la que va a llegar a la recta final del torneo.
La suerte que ha tenido Sinner es que no tiene un rival especialmente complejo en su camino a la final. Evidentemente los tenistas a los que se enfrente en estas rondas ha tenido que superar los mismos partidos que él y todos tratarán de ponerle en apuros, pero su cuadro es muy diferente al otro, en el que Carlos Alcaraz, Novak Djokovic y Alexander Zverev se tienen que eliminar entre ellos por una plaza en la final.