No habrá el soñado Alcaraz-Sinner en las semifinales del Masters 1.000 de Shanghai 2024. Carlos Alcaraz caía en cuartos de final ante el checo Tomas Machac (7-6(5) y 7-5) en un partido en el que fue de más a menos, no supo aprovechar las opciones que su rival le dio cuando estaba fresco y, poco a poco, se fue metiendo en su dinámica hasta acabar bloqueado y a merced del checo.
El triunfo fue más mérito de un Machac que tenía muy claro a lo que jugar que de un Carlos Alcaraz, que no lo hizo mal, pero que tampoco supo contrarrestar la propuesta del centroeuropeo. Las estadísticas de ganadores y errores no forzados lo dicen todo. Tomas Machac logró meter 30 'winners' y cometer 32 errores. El checo se la jugaba cada vez que el español no metía un buen saque o, cuando era él el que tenía el servicio y no lograba tomar ventaja con un primero. Eso le hacía que cediera puntos fáciles, pero también le daba otros muchos que acabaron por desquiciar al español, quien, por otro lado, no pudo imponer nunca el ritmo de juego que acostumbra.
El partido, no obstante, iba en principio por los derroteros que Alcaraz tenía marcados. El tenista murciano se apuntaba su saque con comodidad, en blanco o a quinta, y siempre ganaba puntos al resto. La presión que otra veces ha surtido efecto le llevó a tener dos bolas de 'break' en el tercer y séptimo juego. Y rozarlas en los otros dos iniciales.
Pero no cerró ese 'break' y eso permitió a Machac irse creciendo. Se intuía que, cuando el cansancio empezara a aparecer, los errores del 33 del mundo aumentarían. Sin embargo, lejos de eso, el no verse sometido y viendo que el partido se estaba jugando a lo que él quería, fue Machac el que se vino arriba. El tramo final del primer set ya hacía intuir lo que sería el desenlace.
Machac presionaba a Alcaraz cada vez que no metía un buen primero y eso, a su vez, hacía cometer errores al español. Pese a ello, en ese cara o cruz al que llevaba el checo cada punto, el español sobrevivió y forzó el 'tie break'.
Allí, Tomas Machac tomó rápida ventaja y siempre se mantuvo por delante. Pese a que cometió errores impropios que casi le cuestan el set, no se descompuso, siguió a lo susyo a acertar o morir. Y acabó acertando más que fallando. 7-5 en esta 'muerte súbita' y presión para el español.
La cara de Carlos Alcaraz no era la que acostumbra a tener y con la que había empezado el partido. La alegría no estaba ahí y se le notaba tenso. Su rival, en cambio, ni se inmutaba. Frío, no varió un ápice su plan. Ese que tan buen resultado le había dado en el primer set y que, con el paso de los juegos, le estaba haciendo ser superior a su rival.
Machac no tuvo que esperar ni tres juegos para tener las dos primeras bolas al resto. Y, a diferencia del español, aprovechó la segunda. Con Alcaraz contra las cuerdas llegó, en el sexto juego, los primeros errores consecutivos con su saque del checo. El español se puso 0-40, Machac lo levantó e, incluso, también lo hizo con una cuarta bola, pero no con la quinta. Siete pelotas de ruptura había necesitado el de El Palmar para ganar el saque del rival.
Daba la sensación de que podía cambiar la dinámica. Sobre todo, porque, por primera vez en todo el partido, Machac estaba fallando más que acertando. Sin embargo, su saque seguía funcionando igual y eso le permitió llegar vivo al cinco iguales. Ahí, Alcaraz volvió a tensarse, a cometer dos errores no forzados y a dar una nueva oportunidad al resto que su rival no la desaprovechó. Con su saque, hasta se despidió con un juego en blanco.
Fin de la gira asiática para un Alcaraz que se queda en Shanghai en el mismo sitio que el año anterior, aunque, al menos, regresa con un título: el de Pekín. Y con el número dos del mundo, que le ha vuelto a quitar a Zverev. Lo próximo será Riad y, luego, París y las ATP Finals.