Dudas, muchas dudas, esto es lo que va a tener Carlos Alcaraz de cara a lo que le viene por delante en las próximas semanas, es decir, Wimbledon, y es que el murciano, que llevaba sin perder un partido en hierba desde 2022, ha puesto fin a su racha. El campeón de Roland Garros ha acusado el cambio de superficie y ha cedido en dos sets ante un jugador local como Jack Draper, el número 1 británico, un zurdo con un saque excepcional que venía de ganar en Stuttgart la semana pasada, y al que no le ha temblado el pulso al enfrentarse al vigente campeón en Queen's.
Carlitos ya sufrió en la primera ronda, donde tras arrasar en el primer set a Fran Cerundolo, en el segundo bajó sus prestaciones y estuvo a punto de cederlo, solo lo evitó gracias a una subida de marchas en el final del segundo, cuando iba break abajo, para plantarse en octavos. Solo que ahora el nivel subía y mucho. Un especialista en césped, con muchos recursos para la superficie, que aunque claro está que en circunstancias normales es peor que 'Charly', teniendo en cuenta la tralla que lleva en las piernas en las últimas semanas el de 'El Palmar' y el venir de la tierra, iba a tener sus opciones, y vaya si las ha tenido.
Un primer set digno del pasto, con los dos sacando a gran nivel y con pocas opciones de romper. Eso sí, a Carlos no se le notaba muy cómodo moviéndose por el fondo y más lento de lo habitual para un jugador que el año pasado ganó los doce partidos que disputó entre Wimbledon y Queen's. Con todo esto, se llegó al desempate, aunque casi lo evita el murciano en el décimo juego, donde se puso 0-30, pero se encontró dos grandes saques del rival. Cuando la bola empezó a quemar, las piernas de Alcaraz no aparecieron y Draper se llevó el set muy cómodo.
En el segundo parcial parecía repetirse la misma historia, con Draper soltando grandes golpes, sacando de la pista al español, que no era capaz de descifrar el juego del zurdo. Pero mientras fue manteniendo sus saques no hubo problema, hasta que en el sexto juego se encontró con dos restos brutales y un error grave, que permitieron el break. 4 a 2 y saque para el británico, que no perdonó y se puso a un juego del triunfo. Con el resto tuvo tres bolas de partido, pero no pudo cerrarlo, eso sí, con su servicio no perdonó, para poner el 7-6, 6-3 definitivo, en 1 hora y 40 minutos de juego. Ahora al 31 de la ATP le tocará el 5º cabeza de serie, Tommy Paul.