Una nueva temporada en el tenis está a punto de comenzar y los primeras espadas del ranking ATP continúan poniéndose a punto en sus respectivos destinos de pretemporada para llegar lo mejor posible a la primera gran cita del año, el Open de Australia.
Y uno de los que quiere demostrar su gran cambio es Andrey Rublev, quien ha dejado, sin duda alguna, las peores imágenes del tenis en este 2024. Su falta de autocontrol en la pista le llevaron a autolesionarse en más de una ocasión con su raqueta y a perder los nervios con suma facilidad.
Roland Garros, Wimbledon y otros torneos menores dejaron evidentes que necesitaba una transformación psicológica para poder seguir jugando a este nivel. Hasta su entrenador, Fernando Vicente, lo reconoció hace varias semanas: "Sufrió mucho mentalmente y experimentó problemas de comportamiento. No encontraba el estado de ánimo adecuado durante los partidos. A menudo se pierde ante jugadores de menor nivel. A su comportamiento en la pista este año le daría un 4 sobre 10. Recordamos lo que pasó en el torneo de Dubái cuando fue descalificado. Llevo nueve años trabajando con Andrey y entiendo la mentalidad rusa. Rara vez estás satisfecho con lo que has logrado y, a menudo, estás triste. Le pido a Marat Safin que le explique muchas de estas cosas a Andrey para que él también entienda de dónde viene".
Asimismo, en cuanto a su juego, el coach del actual número 8 del mundo, también consideró los aspectos a mejorar que tiene: "Intentaremos mejorar su juego, aunque en el tenis siempre falta tiempo para ello. Sabemos que a Andrey le faltan algunas habilidades: ir más a menudo a la red, no cometer errores en tiros fáciles cerca de ella. Necesitamos mejorar nuestro segundo servicio".
Y para lograr todos estos cambios, de momento, está realizando una pretemporada llena de partidos de exhibición, donde el juego es más relajado. Tras descansar tan sólo una semana, a principios de este disputó el UTS en Londres. Posteriormente, viajó a Abu Dhabi para la World Tennis League, donde venció a Nick Kyrgios (6-4) y, justo al terminar ese evento, puso rumbo a Macao para otro torneo de estas características.
Ahora la incógnita está en saber si todos los esfuerzos económicos que ha tenido que hacer para soportar tantos viajes y estancias no le acaban añadiendo un extra de su presión a su cabeza cuando empiecen la temporada, ya que ingresar en diciembre ha ingresado muy poco.