Las lesiones son siempre algo complicado en el mundo del deporte, más aún en uno como el tenis, donde el jugador esta solo en pista durante muchas horas, y el más mínimo dolor puede afectarle sobre manera. Pues bien, hay pocos casos en los últimos tiempos más duros que el de Paula Badosa. La jugadora española lleva casi un año fuera de las pistas por una lesión de espalda que le ha hecho pasar un calvario, jugando infiltrada, y recibido tratamientos durísimos, llevándola incluso a pensar en la retirada. Sin embargo, ya empieza a ver una luz al final del túnel, como se vio en Wimbledon, uno de sus torneos fetiche, donde ya está en segunda ronda.
La española venció a Karolina Muchova, pero más allá de lo que puede significar un triunfo parcial, lo que más destaca es que ahora puede jugar "con tranquilidad", ya que casi no pudo jugar la temporada pasada, y aunque haya caído muchos puestos en el ranking de la WTA, si consigue enlazar una racha de salud, no defiende puntos y va a subir de forma muy veloz. Y lo necesita, porque tras casi doce meses apartada de las pistas, acaba de volver ahora al top 90, pero ha llegado incluso a estar lejos de las cien mejores. Y no esconde que no tener la 'presión' de defender nada, es una ayuda. "La verdad es que ayuda, no te voy a engañar. Cuando no encontraba esa continuidad y me venía la gira de tierra, que era donde tenía algo de puntos, donde me mantenía un poco, pues obviamente ahí estaba un poquito más agobiada".
La de Nueva York reconoce que tras salvar con solvencia la parte del año de arcilla, ahora solo tiene que centrarse en saltar a la pista y buscar su camino, llegando lo más lejos posible. "Puedo jugar con esa tranquilidad y sabiendo que todo lo que me viene ahora pues me suma". Y lo necesita, puesto que tiene más que claro que está mucho más abajo de lo que debería. "Mi objetivo no es estar la noventa del mundo".
Jugar con dolor es algo a lo que tristemente muchos profesionales acaban acostumbrándose, y ese es el caso de Badosa, quien afirmó que su espalda "va mejor", pero hay días en los que le molesta "un poco más que otros", pero aún así, lo tiene "bastante controlado", más aún en esta parte del año, que le permite sacar más su potencial a relucir. "La hierba me ayuda en ese aspecto, es más suave y también hay menos intercambios, entonces de momento me estoy sintiendo bastante bien".