El tenis español está lejos de su mejor momento, ya que salvo Carlos Alcaraz, quizá el jugador más en forma del mundo después de ganar Roland Garros y Wimbledon este año, no hay nadie que esté en la primera plana mundial. Es cierto que está Alejandro Davidovich hace muy poco estaba bordeando el top 20, pero de eso hace ya meses, porque entró en una burbuja de derrotas y mal juego y ya está incluso fuera del top 50. No obstante, no todo son malas noticias, puesto que el que era número hasta hace relativamente poco, Pablo Carreño, parece estar de vuelta tras un calvario de lesiones. O al menos eso está demostrando en Cincinnati.
El tenista español extendió su buen momento y se clasificó para los octavos de final del Masters 1.000 de Cincinnati, donde tendrá un reto formidable ante el alemán Alexander Zverev, tercer favorito aquí y cuarto de la ATP. Pero pase lo que pase será casi un premio para él, tras sufrir por lesiones durante muchos meses, Carreño, en el torneo con ránking protegido, venció este jueves en segunda ronda al australiano Max Purcell, número 68 de la clasificación ATP y que recibió atención médica durante el partido, por 6-3 y 6-3, en una hora y siete minutos.
El asturiano no alcanzaba los octavos de un Masters 1.000 desde París en octubre de 2022, y ha aprovechado que venía de lograr una fantástica victoria en la primera ronda contra el estadounidense Sebastian Korda, decimoquinto del mundo, por 7-5 y 6-1, en una hora y 17 minutos, arrasando al jugador local, que venía de ser semifinalista la semana pasada en el Masters 1000 de Montreal. Y es que históricamente a Carreño esta gira norteamericana de agosto se le ha dado muy bien, de hecho, en 2022 consiguió en el Masters 1000 de Canadá el que es hasta la fecha su mayor trofeo.
El rival de Carreño en los octavos de Cincinnati será nada menos que el número 4 del mundo, un Zverev que este jueves doblegó al ruso Karen Khachanov por 6-3 y 6-2 en una hora y 21 minutos, dejando una gran sensación de superioridad, y es que tras los JJOO, el de Hamburgo parece haber vuelto a su mejor forma en el momento idóneo, puesto que el torneo de Cincinnati es la última gran cita del tenis antes del US Open, que empezará el lunes 26 de agosto en Nueva York.