Carlos Alcaraz puede sonreír –más aún–. Siendo número 1 del mundo y favorito para llevarse el que sería el primer Roland Garros de su carrera, el tenista murciano sabe ahora que no deberá enfrentarse en caso alguno a una de las mejoras raquetas del mundo, la cual le ha dado muchos problemas cada vez que se han enfrentado. ¿De quién hablamos? De Jannik Sinner.
El italiano, octavo cabeza de serie del torneo, ha caído ante el número 79 del mundo, Daniel Altmaier, en un partido que ha durado cinco horas y 26 minutos, y en el que ha tenido hasta dos bolas de partido para pasar a la siguiente ronda. En un choque épico, Sinner ha terminado perdiendo por 6-7(0), 7-6(7), 1-6, 7-6(4) y 7-5 en el que es ya el quinto encuentro más largo de la historia del torneo parisino.
Aunque este resultado no asegura ni mucho menos que Alcaraz vaya a terminar siendo campeón, sí que le allana el camino en lo que respecta a una hipotética final, ya que al ir por el otro lado del cuadro solo se hubiera visto con Sinner en el partido definitivo para hacerse con el trofeo en la Ciudad de la Luz.
Para Alcaraz el italiano ha sido siempre un verdadero quebradero de cabeza. Hasta la fecha se han enfrentado en seis ocasiones con tres victorias para cada uno. Ciñéndonos a 2023, el tenista español ganó en las semifinales de Indian Wells por 7-6 y 6-3, mientras que Sinner se impuso en el Masters de Miami por 6-7, 6-4 y 6-2. Sí, sin lugar a dudas podemos decir que el italiano es la bestia negra de Alcaraz, quien sufre muchísimo siempre que se enfrenta a él.
El adiós de Sinner es la segunda sorpresa del torneo galo después de ver cómo se despedía el ruso Daniil Medvedev, número 2 del mundo; tanto es así que hasta caer contra Altmaier el tenista de 21 años acumulaba una racha de 19 victorias consecutivas en partidos disputados en la primera semana de un Grand Slam.
Pese a lo que dice el ranking, Sinner se encontró con un tenista que ya ha demostrado que es capaz de grandes cosas, como hizo en el pasado torneo de Madrid, donde desde la fase previa alcanzó los cuartos de final. En lo que concierne al partido en sí, Altmaier no bajó en ningún momento los brazos frente a un rival que en el cuarto set dejó escapar dos pelotas para cerrar el duelo con su propio servicio.
Ya en la quinta manga, fue el alemán el que llevó la iniciativa ante la fatiga de su rival, que nada pudo hacer para evitar una eliminación que nadie esperaba; eso sí, resistió todo lo que pudo, y es que hasta cuatro bolas de partido salvó antes de que, a la quinta, el potente sacador germano lograra su décimo ace para levantar los brazos de la victoria.