El mundo del tenis aún está de resaca tan solo cuatro días después de que Carlos Alcaraz se alzara con el triunfo en la final de Roland Garros ante Alexander Zverev, pero el murciano va a tener poco que celebrar, porque la temporada de hierba ya está aquí, y torneos previos mediante, el tercer grande, Wimbledon, arranca en poco más de dos semanas. Sin embargo, hay jugadores a los que el torneo parisino les ha dejado algo más que un triunfo histórico o una dura derrota. Es el caso de Novak Djokovic, quien defendía su título, pero finalmente tuvo que abandonar tras ganar en los octavos de final a Fran Cerundolo, por lo que su futuro en esta parte de la temporada pinta, cuanto menos, complicado.
En el duelo frente al argentino se le vio tocado, tanto que casi cae en un partido que tenía encarrilado, y cedió dos sets, además de tener que llamar al fisio varias veces y tomar muchos calmantes. Esas molestias tenían explicación, y es que se había hecho un desgarro en el menisco, una lesión que es prácticamente incompatible con hacer una vida normal, mucho menos para disputar un partido de tenis al más alto nivel, y aún así ganó.
No obstante, tuvo que decir basta antes de cuartos, y acabó en el quirófano para arreglar la 'avería', por lo que lo que viene por delante es una incógnita. Pero nadie sabe mejor lo que le pasa que Antoine Gerometta, el médico que lo operó, y que ha concedido una entrevista a L'Equipe, explicando el proceso y lo que le espera al balcánico. "Habrá que ver cómo evoluciona día a día, pero es imposible predecir cuál será el estado en una semana o quince días", lo que si recalcó es que tenerlo "al 100%" de aquí a tres semanas, cuando empieza Wimbledon, "parece poco probable”.
Lo que parece más fácil es que llegue a los Juegos Olímpicos, para los que quedan poco más de un mes y medio, pero tampoco está claro que lo haga, porque cualquier complicación puede ser un gran paso atrás que lo complique todo aún más. Lo que tiene claro es que 'Nole' intentará "por todos los medios" recuperarse lo más rápido posible pero pide clama, ya que "hay que supervisar y controlar todo". No obstante, ve al de Belgrado capaz de hacerlo gracias a su tolerancia al dolor, ya que "cualquier otro" hubiera acudido al hospital con lo que a él le pasó, y sin embargo, logró renacer para sacar adelante un partido durísimo.