Francisco Salas3 min lecturaEl muy intenso calendario de la WTA está dando lugar a que el circuito está mucho más abierto que en los últimos años, pues irrupciones como la de Mirra Andreeva, ahora mismo la jugadora más en forma del mundo; o ver de nuevo a Madison Keys al máximo, están haciendo que todo haya cambiado. Sin embargo, las que ya eran las mejores lo siguen siendo, y el ejemplo perfecto de ello es Iga Swiatek. La polaca está a punto de empezar su gran época, la de la tierra batida, pero antes quiere hacerlo bien en Miami y por lo pronto le está funcionando, y mucho.
En una pista en la que ya ganó en 2022, la polaca está cuajando su mejor tenis. Ya se vio en su debut que estaba en gran forma y poco a poco lo ha repetido en la tercera ronda para acceder a los octavos de final. Iga ganó por 7-6 y 6-1 a la belga Elise Mertens, la 28ª del ranking mundial, para avanzar de fase. En un partido casi perfecto, en el que fue capaz de hacer las dos caras del tenis, primero trabajar mucho cada juego hasta llegar al desempate, donde mostró cierta superioridad. La misma que pudo extender al segundo parcial, en el que arrasó a su rival para cerrar el duelo en una hora y 48 minutos, mucho más de lo que se puede pensar por el resultado.
Con este triunfo Swiatek sube hasta un 26-1 el balance contra jugadoras que están fuera del 'top-20' desde los Juegos de París del año pasado, en la que fue quizá su mayor decepción del curso. Y le vino bien, pues desde entonces está mostrando mucha seguridad en los partidos que sobre el papel debe ganar.
Ahora la número 2 de la WTA afronta un reto muy duro, tanto como que se va a medir a una veterana del Vietnam como Elina Svitolina. La ucraniana sigue cuajando un gran curso y en Miami ha encontrado su juego. Por lo pronto ha llegado a esta ronda dando una pequeña sorpresa ante la checa Karolina Muchova en tres sets, por 6-2, 3-6 y 6-2. Pero le queda el paso más grande a la número 22 del mundo, quien ganó una vez en tres precedentes a Swiatek, en Wimbledon 2023. Pero esto no es la hierba londinense y la velocísima pista de Miami Gardens le obligará a hacer las cosas de otra manera.