Ha pasado ya más de una semana desde que Rafa Nadal es un 'jubilado', es decir desde que se retiró tras la eliminación de España en la Copa Davis de Málaga, dejando de lado una carrera de más de dos décadas de éxitos y gloria que ahora dejan huérfanos al tenis español. Realmente no del todo, porque está Carlos Alcaraz, que ahora mismo es el número 3 del mundo y ha conquistado dos grandes este año con Roland Garros y Wimbledon, y a sus 21 años ya suma cuatro Grand Slam. Sin embargo, detrás del murciano está la nada y la situación, al menos a corto plazo, no augura ni mucho menos brotes verdes.
Por ejemplo, si nos retrotraemos a los inicios de Nadal, en 2004, cuando debutó en la Copa Davis, había trece españoles en el top 100 de la ATP, y esa situación se mantuvo mucho tiempo. La primera década del siglo XXI y gran parte de la segunda fueron un gran momento para el tenis español con Nadal, Ferrer, Verdasco, Almagro y muchos otros, que bordeaban o pisaban el top 10. Pero ahora todo eso ha cambiado y apenas hay 6 españoles entre los 100 mejores y solo 1, Alcaraz, entre los 40.
Una muestra del nivel es que Rafa, que apenas ha jugado torneos esta campaña más que un corto espacio de tiempo, es por puntos el 8º español, lo que habla del momento tan bajo que se está viviendo. En la parte de arriba hay que bajar hasta el puesto 41 para encontrar a Pedro Martínez, el segundo mejor del ranking, y que siendo un gran tenista, no llega a los niveles de excelencia a los que estábamos acostumbrados. Después aparece un veteranísimo Roberto Bautista, que ha enmendado su situación con un buen final de año y roza el top 50, algo similar a Roberto Carballés.
Quizá la gran carencia es la de Alejandro Davidovich, quien por talento debería estar en la terna de los mejores y ser la segunda raqueta, pero tristemente es tan irregular que no es capaz de mantenerlo. Este año se paseó muy cerca de los 20 mejores, pero acabó cayendo hasta el 62 actual, solo un posición por delante de Jaume Munar, el último exponente.
Eso sí, de cara al futuro se puede soñar con algún joven, siendo el más esperanzador Martín Landaluce, de 18 años y en el 153 del mundo, luchando por entrar en las Next Gen Finals. Aún tiene mucho que mejorar, pero es un clavo al que agarrarse, al igual que Rafa Jódar, que este año ha ganado el US Open y pisado los cuartos de final de Wimbledon, en categoría junior eso sí.