Novak Djokovic irá este domingo a igualar uno de los pocos récords que no posee en el circuito para coronarse, también en Wimbledon, como el rey y ampliar el número de Gran Slam de una cuenta en la que es el líder indiscutible.
El tenista serbio busca su octavo trofeo en las pistas de All England Club y el vigesimoquinto entre los grandes ante un Carlos Alcaraz que, con 21 años recién cumplidos, podría ganar su cuarto entorchado y su segundo Wimbledon.
Djokovic, actual número dos del mundo, ya ha hecho una proeza llegando hasta aquí después de haber sido duda hasta el último día antes de empezar el torneo londinense, ya que se operó la rodilla tras lesionarse en Roland Garros y ha estado tres semanas de rehabilitación para poder competir.
En estas dos semanas ha vivido de todo, hasta un enfrentamiento con el público de la Pista Central porque, supuestamente, le estaban abucheando. Ahí no se calló y tampoco lo hizo cuando le preguntaron por uno de sus amigos en el circuito, del que desveló la sorpresa que tenía preparada. No es otro que el que fuera su rival en Wimbledon en la final de 2022: Nick Kyrgios.
El tenista australiano se entrenó con Djokovic el viernes de la pasada semana, justo antes de que el serbio disputase su partido de tercera ronda ante el sacador australiano Alexei Popyrin. Tal vez por eso eligiera de 'sparring' a otro bombardero como Kyrgios, pese a que éste tan sólo ha jugado un partido desde octubre de 2022.
“Me siento de nuevo como un niño. Estoy emocionado. ¡Un largo camino de regreso desde la operación!”, escribió Kyrgios en sus perfiles de redes sociales en lo que significaba para él una vuelta tras sus operaciones de rodilla y muñeca que casi le retiran del tenis. De hecho, había algunas dudas de que pudiera volver a jugar. Pero antes de que desvele si eso sería posible y cuándo, Novak Djokovic se ha encargado de ponerle fecha.
"Entrenamos hace unos días y dio muy buen nivel con el servicio. Me dijo que podría volver en el US Open, pero no sé si estaba bromeando, aunque le vi golpeando la pelota tan bien como siempre. Tiene mucho talento, es muy bueno. Me dijo que la muñeca le molesta especialmente con el servicio, pero está aumentando las cargas, la intensidad y la velocidad. Está cerca del objetivo, lo cual es positivo verlo lleno de vida y energía. No sabrá cómo reacciona su muñeca hasta que juegue un torneo, así que espero que vuelva pronto, el circuito lo necesita”, afirma el finalista de Wimbledon, arruinando la sorpresa del australiano, al que muchos echan de menos en la pista.