Novak Djokovic cumplió con su 'tradición' en el Open de Australia y estará una vez más en semifinales tras derrotar (7-6(4), 4-6, 6-2 y 6-3), en otro partido ajustado, al norteamericano Taylor Fritz, un tenista que apretó en todo momento al balcánico, pero falló en los momentos clave y se tuvo que conformar con un honroso adiós.
Fritz tuvo dos bolas de set en la primera manga y ganó la segunda, pero a partir de la tercera, conforme el cansancio le hizo bajar algo el rendimiento con su servicio, permitió al número uno entrar más en juego al resto y llevarse el encuentro. Pese a ello, vendió cara la piel hasta el último momento y nunca bajó los brazos.
El serbio necesitó tres horas y 44 minutos para ganar, a pleno sol, algo que sabe que le incomoda y por lo que había pedido a la organización del Open de Australia que le pusiera el partido en el turno de noche; una petición a la que la dirección del torneo no hizo mucho caso.
Se trata del undécimo pase de Djokovic a las semifinales en Melbourne Park y en las diez anteriores salió campeón. Y también suma su victoria número 33 de forma consecutiva en este primer Gran Slam de la temporada, que domina como nadie.
La casi hora y media que necesitó Djokovic para adjudicarse la primera manga ya da fe de lo duro que resultó el partido para él. Muy seguro con su servicio, como en partidos anteriores, Djokovic esperaba una oportunidad al resto para desequilibrar. Y tuvo varias, pero Fritz no era Popyrin o Etcheverry, el norteamericano está más acostumbrado a partidos de este tipo y a soportar la presión, y supo salir de esas 'encerronas'. Ante la frustración de un Djokovic que era el que mejor estaba manejando el partido, su rival se creció y, con 5-6 y saque del serbio, tuvo un 15-40 a su favor que pudo ser definitivo. Lo levantó Djokovic para luego, en el 'tie break', llevarse la primera manga.
Lo que habría desilusionado a otro rival menos hecho espoleó a Fritz, que siguió firme en su plan y son su saque y supo aprovechar una nueva bola de ruptura en el inicio de la segunda manga para ponerse por delante. Djokovic tuvo de nuevo varias opciones para igualar, pero no lo logró y acabó cediendo la segunda manga.
La situación cambió en el arranque del tercer set. Básicamente, porque Djokovic logró lo que no había conseguido en las 15 ocasiones que había dispuesto hasta ese momento: aprovechar una bola de 'break'. Una vez logrado, el 'tiburón' fue a por su presa. El 6-2 fue más concluyente de lo mucho que Fritz había peleado por equilibrar esa ventaja inicial del serbio.
La manga definitiva fue por los mismos derrotes. Djokovic rompió de nuevo el muro de Fritz y, aunque éste, en un último esfuerzo, volvió a equilibrar la manga, el número uno respondió a la contra para cerrar a continuación el partido.
Con 20 'aces', un porcentaje del 62 % de primeros y un 80 % de estos ganados se antoja difícil romper el saque de un Djokovic que ya ha tomado velocidad de crucero y ante el que hay que rozar la perfección, simplemente, para tener alguna oportunidad de derrotarle.