Con tan sólo 21 años, Carlos Alcaraz ha igualado al segundo tenista español que más finales de Grand Slam ha disputado en toda la historia, Manolo Santana. Ya lo había hecho en títulos tras coronarse hace un mes en Roland Garros. Sólo tiene por delante a Rafa Nadal y eso que su carrera sólo acaba de empezar.
Ante Djokovic se juega hoy domingo reeditar por primera vez un torneo del Grand Slam; ganar Roland Garros y Wimbledon de forma consecutiva, algo que, aparte de Laver y Borg, sólo han logrado los tres integrantes del Big-3; y meterse de lleno en la historia superando en número de grandes a Arthur Ashe, Guga Kuerten o Andy Murray, e igualando a Ken Rosewall, Guillermo Vilas o Jim Courier.
Lo mejor de todo es que aún debe mejorar en muchos aspectos y tiene mucho margen para hacerlo, pero como sentenció el que será su rival de esta tarde en Londres, Novak Djokovic, es "el mejor jugador de 21 de la historia".
Y lo es por su juego, que ya no sorprende, pero si está bien, es muy difícil de contrarrestar. Así lo reconocen los dos últimos rivales a los que se ha enfrentado en Wimbledon 2024.
"Carlos hace que falles cada golpe sencillo. Eso es lo que intento hacer yo, pero no tan rápido como Carlos. Firmo un gran golpe contra él, pero devuelve un passing espectacular. A la siguiente intentas pegarle mejor, pero dudas de si subes o no a la red. Recuerdo un punto en el que pegué un buen remate -en el partido de semifinales-, tenía una volea fácil después, pero me pasé. Estás cuestionándote todo el rato si vas a por la línea. Él domina con su tenis, tiene la capacidad de hacerlo por su potencia. Sentía que yo estaba haciendo lo correcto, pero que aun así me rompía el saque", indicaba Daniil Medvedev, quien comparaba el juego de Alcaraz con el de Djokovic, Nadal y Federer.
Y avisa, no tiene "nada de ellos", es "diferente". "Yo me enfrenté al Big 3 cuando ellos ya eran más mayores, con más de 30 años. Son todos distintos, diferentes a su manera, en su juego. No creo que Carlos tenga nada de ellos. Es un estilo de juego diferente. Él puede hacer de todo, defensa, ataque, contraataque, súper agresivo... Si pegas un golpe fácil para él, sabes que el punto se acaba ahí, eso es lo que le vuelve complicado. Es el rival más duro al que me he enfrentado en mi carrera", reconocía el ruso.
Ante Tommy Paul, Alcaraz sufrió en cuartos de final hasta el punto de que se le puso el partido muy cuesta arriba tras perder el primer set y empezar 2-0 abajo en el segundo. Pero, poco a poco, con su regularidad, fue imponiéndose y el norteamericano acabó claudicando. "Es increíble lo bien que se mueve. Diría que es el tenista más rápido del momento. El césped encaja muy bien en su tenis porque es capaz de cambiar direcciones con sus golpes y se desplaza genial. Juega muy agachado y eso no es fácil. Cuando empieza a acumular energía y a ganar impulso, se sienten cosas al enfrentarse a él que no se experimentan con el resto de jugadores. Juega un tenis asombroso y cuando logra ganar algunos de esos puntos locos que tanto le gustan, ya es imparable", admite Paul.