Antonio José Medina4 min lecturaApenas 65 minutos, lo que dura un entrenamiento, y dos juegos concedidos. Carlos Alcaraz llegará fresco a octavos de final del Open de Australia tras barrer de la pista a un Juncheng Shang que llegó ya castigado a este duelo con el número dos y muy pronto se dio cuenta que, así, no tenía ninguna opción, ni siquiera, de plantar cara.
"Intentaré no pensar en que es más joven. Yo voy a salir a comérmelo", dijo el tenista murciano tras conocer quién sería su rival. Pese a su juventud, Alcaraz sabía lo peligroso que podría ser un rival que no tenía nada que perder y cuyo tenis está por explorar. Y no le dio concesiones.
Shang, que lucía un aparatoso vendaje en la pierna, fruto de batallas pasadas ganó el primer juego. Y ahí se acabó. Cuando volvió a mirar el marcador para 'celebrar' que había ganado el segundo, Alcaraz había sumado siete consecutivos y mandaba por un set a cero.
No se puede decir que, pese a todo, Shang no le pusiera ganas e ilusión. El rápido jugador chino trató de contrarrestar a Alcaraz, pero no contaba, al menos hoy, con armas para hacer. Su saque no le hacía daño al murciano y los peloteos desde el fondo acababan casi siempre del lado del español. Intentó alguna subida y se encontró, también, con algún globo de los que luego salen en los 'highlights'.
Posiblemente, en condiciones normales, no habría sido tan inferior. Pero mermado físicamente ante un rival que, como prometió, no iba a darle concesiones, era una misión imposible. Tras ese segundo juego, Alcaraz enlazó otros cinco para hacerse con la segunda manga de forma igual de rápida que en el primer set. Entre medias, Shang había tratado de buscarse un respiro y había pedido atención médica.
Con el 'break' inicial de la tercera manga, se rindió. Esa batalla la deja para otro día. Cuando esté bien y haya crecido un poco, tenísticamente hablando. Al final, 6-1, 6-1, 1-0 y abandono en 65 minutos de juego.
Era la primera vez que Alcaraz, en sus 200 partidos como profesional, se enfrentaba a un rival más joven que él. Si con él alguien tuvo compasión, él no la ha tenido con Shang.
"No es la manera en la que nadie quiere avanzar. En primer lugar, quiero desearle una pronta recuperación, tiene un tenis increíble y tenía muchas ganas de jugar este partido", señalaba en pista Carlos Alcaraz, quien dijo haberse sentido "muy cómodo" moviéndose "y con la pelota en los dos sets".
Su próximo rival será el serbio Miomir Kecmanovic, que derrotaba al norteamericano Tommy Paul tras casi cuatro horas de partido por 6-4, 3-6, 2-6, 7-6 (7) y 6-0. El único precedente entre ambos se lo llevó Alcaraz en 2022.