Carlos Alcaraz aún no parece no haber digerido la resaca olímpica y dice adiós a las primeras de cambio al US Open 2024 después de caer de forma contundente y en tres sets (6-1, 7-5, 6-4) ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp. Frente al 74 del mundo, un rival con el que a priori debía seguir adaptándose a esta superficie y a las singularidades del torneo norteamericano, Alcaraz dio su peor versión. Le faltó de todo, frescura de ideas y nivel de tenis para hacer frente a un contrincante que fue claramente mejor.
Alcaraz estuvo a merced de su rival desde el primer momento y el 6-1 de parcial de la primera manga lo dice todo. El tenista murciano parecía irreconocible, no era capaz de imponer su juego ni dominar, con errores continuos y superad por la regularidad del tenista que tenía enfrente. Botic Van de Zandschulp parecía el veterano, el cabeza de serie... tranquilo, haciendo lo que tenía que hacer y muy seguro con su saque se llevaba los intercambios ante un Carlos Alcaraz que no encontraba soluciones.
Tras esa nefasta primera manga llegó la igualdad, el intercambio de roturas y el paso de los juegos, en los que Alcaraz al menos aguantaba, pero seguía sin dar muestras de la superioridad que se le suponía. Con 5-5 volvió el Carlitos errático de la primera manga y su rival no lo desaprovechó. Una doble falta fue el inicio del fin y tras perder su saque también cedió el set.
A esas alturas, Alcaraz recordaba bastante al que hace dos semanas vimos en Cincinnati. Desquiciado y sin encontrar la frescura mental, se fue a vestuarios a tratar de despejarse y aprovechó que estaban cerrando la cubierta para poder tomarse más tiempo del que habría podido.
Ni eso ni tampoco el empuje de unos aficionados que le quieren en pista y que estuvieron con él en todo momento. Todo parecía perdido cuando cedió de nuevo su servicio en el primer juego de la última manga, pero ahí los nervios también llegaron a su rival y el español logró darle la vuelta al set y ponerse 4-3 arriba. Sólo sirvió para alargar la agonía, con 4-4 y servicio, Alcaraz empezó abajo y ya no lo levantó. Al último juego ya llegó perdido, lo cedió en blanco y se fue para casa tras dos horas y 21 minutos de juego.
Botic Van de Zandschulp, que se mostró muy rápido de piernas y, salvo por momentos, con las ideas muy claras, no había tenido ni que hacer su mejor partido para llevarse la mejor victoria de su carrera y ahora se enfrentará al británico Jack Draper.
Carlos Alcaraz, por su parte, tendrá que resetear para no ver, como ya le ocurriera el pasado año, cómo su nivel bajaba tras el US Open y hacía un final de temporada para olvidar. Los siguiente ya es la gira asiática. Esa sí tendrá tiempo de prepararla. Por desgracia para él, la aventura americana ya se ha acabado.