Carlos Alcaraz no transmitía ante Andrei Rublev la alegría que acostumbra. Sólo en contados momentos había mostrado la agresividad en pista que le caracteriza y casi siempre estuvo a merced de su rival. Y eso, ante un rival que está jugando de forma muy regular y a un gran nivel en este Mutua Madrid Open 2024, significaba una derrota casi segura. Así fue y el murciano dejó el torneo sin españoles tras caer por 4-6, 6-3 y 6-2.
Las sensaciones que dejó Alcaraz tampoco eran las mejores. No se le veía sonreír, como acostumbra. A veces daba la sensación de estar triste, con los ojos llorosos... Lo que llevó a pensar que se habían reproducido sus problemas en el antebrazo. Y, aunque no está plenamente recuperado, el murciano descartó que fuera ese el problema.
"Ha sido un día difícil para mí. El partido tan largo e intenso ante Struff me pasó factura porque hacía tiempo que no competía a ese nivel, y hoy amanecí con agujetas en todo el cuerpo y el antebrazo ahí, ahí. También estoy resfriado, pero lo principal es que he estado mucho más débil mentalmente de lo normal", reconocía un Alcaraz que desveló el nuevo problema, clave para estar siempre a merced de su rival en este duelo.
"Quizás mentalmente he sido más débil que otras veces. Me he quejado bastante, he sido un poco quejica por no aprovechar las oportunidades. Me duele tener opciones y no aprovecharlas, sobre todo por mí. Cuando tengo la opción por fallos tontos me fustigo y me pego latigazos a mí mismo. Rublev te da pocas opciones y cuando las tienes y no las aprovechas duele. Tenía que haber estado más duro mentalmente", reconoce el tenista español.
No obstante, aunque no haya sido un problema de lesión, eso no quita que siga muy atento a la evolución de su antebrazo y reconoce que, en Roma, seguirá "con la protección por precaución". "Tengo un camino por recorrer todavía. En Madrid estaba pensando constantemente en si sentía algo extraño cada vez que pegaba una derecha, así que necesito trabajar duro los próximos días si quiero ir a Roma habiéndome quitado eso de la cabeza y pudiendo golpear de forma normal con mi drive. Me voy con buenas sensaciones, pero debo seguir mejorando. Creo que estaré bien para jugar en Roma. El objetivo es ir con las mejores sensaciones posibles", añade el español.
Alcaraz, más que por sentirse con esa fragilidad mental y física, se mostraba contrariado de haber tenido opciones para equilibrar el partido y no haberlas aprovechado. "Duele perder y tener opciones y no aprovecharlas. Ha sido un día difícil para mí después de un día como el del martes, tan exigente, después de bastante tiempo. El brazo estaba con agujetas, estoy resfriado y me ha pasado factura todo eso. No voy a quitar crédito a Rublev, pero hay que lidiar con esto", advierte.
"Contra este tipo de jugadores -como Rublev-, cuando no les llevas al límite, es complicado aprovechar las ocasiones y ganarle. He sido número uno por la alegría de mi juego, pero al final voy madurando y dando importancia a cosas que antes no daba; y voy madurando para lo bueno y para lo malo. Sigo con la frescura pero, en mi cabeza, manejo las situaciones de otra manera. Espero que sea para bien", añadía Alcaraz.
Aun así, su balance del Mutua Madrid open 2024 es muy positivo. "Un día antes de empezar no sabía si podría competir y estuve casi una semana sin golpear de drive. Mi primer entrenamiento golpeando derechas fue ante Medvedev veinticuatro horas de empezar mi participación. (...) Cuando llegué a Madrid, ni mi equipo ni yo pensábamos en llegar donde hemos llegado. La primera vez que toqué raqueta después de semanas fue aquí. Los partidos que he jugado con alta intensidad ya lo hubiera firmado. A ver si puedo recuperar mi derecha normal sin pensar en el antebrazo y a ver cómo evoluciono estas semanas", afirma el tenista de El Palmar.