Alberto Gálvez3 min lecturaSe acabó el descanso para Carlos Alcaraz. Dos semanas y el murciano ya está activo de nuevo preparando la nueva temporada. Un ejercicio donde podría batir un récord importante en el Open de Australia, ya que podría ser el tenista más joven de la historia en tener ya los cuatro Grand Slams en sus vitrinas.
Y el español está con ganas pero sin presión. Sabe que, algún día, conseguirá la corona que le falta, como así ha dejado claro en unas declaraciones realizadas a la agencia EFE: "Estoy seguro de que seré campeón de Australia tarde o temprano. Esperemos que sea este año que vien. Para mí es muy importante completar los restantes Slams". De hacerlo antes de cumplir los 24, superará a Rafa Nadal, su ídolo.
Ahora, Carlos se encuentra en Nueva York con motivo de la dos exhibiciones que tiene previstas el 4 y el 7 de diciembre, ante Ben Shelton y Frances Tiafoe, respectivamente.
Y una vez regrese de tierras norteamericanas, Alcaraz se pondrá 'on fire' a preparar ya su calendario de enero. Porque la próxima temporada quiere volver a la cima que este año le han quitado tanto Jannik Sinner como Alexander Zverev. Eso sí, ha subrayado que la última decisión de Novak Djokovic le ha sorprendido bastante, al igual que ha aceptado el reto con agrado y simpatía: "Creo que Andy Murray es el entrenador más indicado que podía tener. Va a ser como jugar contra los dos. Va a ser increíble para el tenis".
En cuanto a sus rivales más directos, el murciano prevé una temporada "desafiante", ya que cree que tanto el italiano como el alemán “van a demostrar todo lo que han trabajado para conseguir un buen resultado”.
Por último y respecto a la unión de Samuel López a su equipo técnico, Alcaraz le ha definido como "uno de los mejores entrenadores". Cabe recordar que esta semana Pablo Carreño anunciaba el fin de su relación con él y Samuel se convertía en el segundo de Carlitos.
No obstante, López ya le ha acompañado en algunos torneos en los que Juan Carlos Ferrero se ha ausentado, por lo que no será tan raro ver cómo se van turnando: "Confían el uno en el otro al 100 % y, ser capaz de viajar con los dos, para mí va a ser genial. Creo que voy a crecer como jugador gracias a ellos. Me escuchan mucho más que antes, obviamente, cuando tenía 16 años y no tenía nada que decir, solo tenía la boca cerrada y los oídos abiertos”.