Antonio José Medina5 min lectura"No me voy a sentir libre nunca hasta que gane el torneo". Paula Badosa, tras lograr la machada ante Coco Gauff en los cuartos de final del Open de Australia 2025, dejaba claras sus intenciones. Ni siquiera se conforma con las semifinales. Quiere el título.
La española jugará en Melbourne sus primeras semifinales de un torneo de Grand Slam. Es algo que llevaba buscando hace tiempo, pero siempre tropezaba con los cuartos de final. Hasta ahora. Allí se enfrentará a su amiga Aryna Sabalenka, quien ha sufrido mucho ante Pavlyuchenkova, pero que es la verdugo habitual de Badosa a lo largo del último año.
“Aryna está demostrando por qué es la número 1 del mundo ahora mismo. Está siendo muy consistente, muy agresiva. Es una jugadora intensa, siempre es muy difícil de enfrentar. Lo hice el año pasado aquí, pero creo que yo no estaba en la forma en la que estoy ahora", le advierte ahora Badosa. Ya se lo dijo hace un año en pleno proceso de recuperación. "Ahora que no estoy, qana tú, pero cuando yo vuelva...", bromeaba entonces la catalana.
Badosa tiene argumentos para respaldar su optimismo ante Sabalenka. La española se ve mejor que en anteriores oportunidades y con más confianza. Y el triunfo en dos sets ante Gauff así lo hace indicar. "Me costó mucho superar este partido. Mi última derrota en cuartos de un Slam -US Open 2024- fue muy dura. Coco estaba jugando un tenis espectacular asi que estoy muy orgullosa de lo que hice hoy. He ganado a las mejores en el pasado, pero es verdad que ahora soy una mejor jugadora. Hace un año estaba dudando acerca del retiro por mis problemas de espalda y aquí estoy, de nuevo, metiéndome por primera vez en semifinales de un Grand Slam. He vuelto a donde pertenezco y mi sueño ahora es ganar un Grand Slam", advertía la nueva Top-10 de la WTA.
En este sentido, Badosa quiso reiterar de donde venía, pues en mayo se planteó seriamente dejar el tenis. Había perdido su posición entre las cien primeras, si hacía un mal resultado en Roma podía caer casi hasta el 200 y no enlazaba dos victorias seguidas desde hacía meses. “Hubo un punto el año pasado en el que estuve muy cerca -de la retirada- porque no me veía a mí misma al nivel. La espalda no respondía bien, no encontraba soluciones, pero quería intentarlo por última vez, una última oportunidad de terminar el año y ver cómo iba. Estoy muy orgullosa de todo lo que hemos pasado mi equipo y yo, especialmente por la forma en la que hemos luchado contra todo esto, en especial de manera mental”, añadía.
Su regreso entre las mejores apenas llega dos años y medio después de que abandonara la elite, pero Paula ve a una nueva Badosa ahora, más madura y consistente. “Cuando era número 2 del mundo, todo llegó muy rápido. Quizá no manejé bien las expectativas en ese momento. Estaba muy asustada cuando jugaba con una jugadora que tenía menos ranking que yo. Pensaba: ¿qué va a pasar si pierdo? ¿qué van a decir? Pensaba mucho en eso. Ahora no me importa porque puedo aceptarlo y eso se puede ver ahora en mi nivel. Puedes perder contra cualquiera y puedes ganar contra cualquiera. Creo que eso me ha ayudado a jugar más libre. Cuando juego más libre, juego un buen tenis y es así cuando te vuelves más consistente. Además, acepto cuando en un partido mi rival tiene buenos momentos, trato de lidiar con ellos y buscar soluciones. Así que al final se resume en que soy más madura”, confirmaba la española, que no será favorita ante Sabalenka, pero sí una rival muy peligrosa.